Menos confrontación y más crecimiento

Opinión

Por: Redacción Gestion.pe

1. El 2015 empieza algo movido y con sorpresas de todo tipo. En el plano interno, todavía no terminamos de confirmar la magnitud de la desaceleración del 2014. Con el decepcionante anuncio del crecimiento de noviembre (0.31%, la tasa más baja del año), es probable que la expansión del PBI del año pasado se sitúe por debajo de 2.5%. Un aspecto importante de esta desaceleración es que aún no se habría revertido, con lo que la velocidad con que empieza la economía el 2015 es más bien lenta (probablemente por debajo del 2%). Esta velocidad inicial limitará el crecimiento que podamos alcanzar este año, el cual probablemente se situará por debajo del 4%.

2. Por otro lado, la derogación de la ley del régimen laboral para los jóvenes pone de manifiesto las fuertes limitaciones que impondrá el juego político al quehacer económico. El progresivo debilitamiento de la bancada oficialista y la consecuente pérdida de apoyo en el Congreso a las iniciativas del Ejecutivo limitarán la gobernabilidad del país en los próximos 18 meses. Durante este periodo difícilmente podremos ver avances significativos en reforma del Estado, fortalecimiento institucional y/o flexibilización de mercados. Muchas de las reformas necesarias para destrabar el crecimiento probablemente tarden en llegar. Lo anterior no significa que no podamos avanzar en muchos frentes, claro que sí, pero las mejoras a las que podamos aspirar serán graduales, pequeños pasos en las direcciones correctas (¡ojalá!).

3. En el frente externo, las novedades son mixtas. Por un lado, la significativa reducción del precio del petróleo constituye un impulso reactivador a la economía mundial. La economía norteamericana presenta buenas perspectivas, mientras que Europa se beneficiaría de un importante estímulo monetario. Sin embargo, también se presentan riesgos, como lo demuestra el reciente triunfo del antisistema en Grecia, la progresiva desaceleración china y la fuerte reducción en los precios de nuestras exportaciones mineras. De hecho, el BCR proyecta una importante caída en los precios de nuestras exportaciones (-7.7% en el 2015).

4. Los nuevos gobiernos regionales y municipales todavía están terminando de instalarse; muchos de ellos no tienen mayor experiencia en gestión pública, pero tienen en sus manos el manejo de gran parte de la inversión estatal. Lo que finalmente suceda con la inversión pública este año, y por ende con la dinámica del crecimiento, dependerá de lo que hagan o dejen de hacer estos gobiernos. Sería un error confiarse en que la reactivación de la inversión está asegurada por la ejecución de unos cuantos megaproyectos. En el actual contexto de enfriamiento macroeconómico resulta indispensable que el Gobierno central trabaje de la mano con los gobiernos subnacionales y evite que caigamos en el mismo error de hace cuatro años. Al respecto, los estudios regionales que viene desarrollando el Produce dentro del marco del Plan Nacional de Diversificación Productiva pueden darle una coherencia lógica y económica de largo plazo a este esfuerzo de coordinación.

5. Al actual Gobierno todavía le quedan 18 meses (30% de su periodo) en los que debe gerenciar el país. Y a pesar de tener bastante menos fuerza que hace solo unos meses, lo cierto es que todavía puede hacer mucho, bueno y malo. Tal vez es un buen momento para hacer un alto en el camino, pensar, redefinir prioridades, tender puentes y dejar de lado confrontaciones innecesarias que le están costando caro al país.

Tags

impresa