Logros y retos de un Indecopi en base 2
Por: Redacción Gestion.pe
Ivo Gagliuffi
SOCIO DE LAZO, DE ROMAÑA & GAGLIUFFI ABOGADOS
El Indecopi cumple 20 años de inicio de sus funciones este 2013 y siempre es conveniente reflexionar sobre los logros que ha obtenido y los retos pendientes. Creo que su principal logro es haber demostrado que resulta posible contar con una entidad profesional, técnica y proba en el sector público, que inspira respeto y confianza, al margen que no siempre se coincida con sus criterios. Además, ha cumplido un importante rol educativo, porque ahora la mayoría comprende el significado y relevancia de conceptos básicos y pilares de la economía de mercado, como la libre competencia, la represión de la competencia desleal, la protección al consumidor y la propiedad intelectual.
Pero también hay importantes retos pendientes. A nivel económico, el Indecopi históricamente no ha contado con una partida presupuestaria, viviendo de “recursos propios” provenientes de tasas administrativas por los servicios que presta y multas impuestas a los usuarios, lo cual limitaba su capacidad de mejorar infraestructura y captar o retener a los mejores cuadros; sin embargo, en la Ley del Presupuesto del Sector Público 2013 se ha contemplado la posibilidad de otorgarle recursos y lo exonera de la prohibición de reajuste o incremento de remuneraciones, circunstancia que debería aprovecharse para que el MEF destine los fondos que se requieran para cubrir las necesidades de la entidad, al menos las más importantes e inmediatas vinculadas con su personal, infraestructura, expansión de funciones y acciones preventivas y reactivas en el mercado. A nivel funcional es donde existen los mayores retos: fortalecer el área de Propiedad Intelectual para que los procedimientos se tramiten con mayor celeridad, en especial en materia de marcas, siguiendo el ejemplo del servicio “Patente rápida”; difundir con más intensidad la importancia de la Comisión de Eliminación de Barreras Burocráticas, pues esta se constituye como un aliado de los inversionistas contra las arbitrariedades en que pueden incurrir las entidades estatales; consolidar la reciente creación de la nueva sala concursal en el Tribunal, a fin de que sea permanente y no transitoria, debido a la importante carga laboral de expedientes concursales y la especialización que demanda esta materia; y aplicar la normativa de Protección al Consumidor sin percibir a los proveedores como el “enemigo” a quien combatir y al consumidor como su “víctima”, sino resolver las controversias con imparcialidad y respeto al principio de legalidad.