Grupo político liderado por Uribe complicaría tarea
Por: Redacción Gestion.pe
(Reuters) Aunque están sentados en la mesa de negociaciones en La Habana desde hace más de un año y medio, las Fuerzas Armadas y las FARC siguen combatiendo en selvas y montañas colombianas.
Hasta ahora las partes solo han logrado acuerdos parciales para garantizar el acceso a la tierra a los campesinos pobres, permitir que la guerrilla se transforme en un partido político sin armas y combatir el narcotráfico.
Aún quedan espinosos temas por discutir como la compensación de las víctimas o los mecanismos para acabar con el conflicto.
Y el archienemigo de Santos, el expresidente Álvaro Uribe, no le hará las cosas fáciles. Su nuevo partido se convirtió en la segunda fuerza política del país.
Santos y Uribe tienen una larga historia. Aunque el presidente llegó al poder hace cuatro años como heredero político de Uribe, se distanció de las políticas de ataque frontal a la guerrilla del exmandatario, de quien ha dicho que quiere manejar a todo el mundo como títere.
Eso despertó la ira de Uribe, que lo acusó de ser un oportunista que está haciendo demasiadas concesiones a las FARC. Pero más allá del conflicto con la guerrilla, Santos tiene una lista de desafíos como lograr la aprobación de reformas al sistema de pensiones, al de justicia y al de salud.
EN CORTO
Una paz sin impunidad
Promesa. En sus primeras declaraciones tras su triunfo, el presidente Santos señaló sobre el diálogo con las FARC que “esta no será una paz con impunidad, será una paz justa. Tendremos que dar pasos difíciles para asegurar que no solo sea justa sino duradera”. Agregó que su mensaje es también para el ELN.