Juniors a largo plazo: más resultados de exploración y menos deudas
G de Gestión. Con un pasado y un presente complicados, las compañías mineras de exploración buscan convertirse en opción de inversión atractiva a largo plazo. ¿Qué les hace falta para ser más atractivas?
Por: Redacción Gestion.pe
Por Daniel Goya
Cuando los ejecutivos de Lupaka Gold Corp., la última minera junior en listarse en la Bolsa de Valores de Lima, debían comenzar su presentación ante la prensa y autoridades de la BVL, ocurrió algo que bien puede graficar lo que está pasando con ese subsector: llegaron tarde. La demora se produjo porque algunas calles que rodean el edificio de la BVL habían sido cerradas.
Era un factor externo el que complicaba, una vez más, a una minera junior. Lo mismo se puede decir que ha pasado en los últimos años, en los que estas empresas no han logrado despegar del todo debido al temor de los inversionistas ante escenarios externos complicados con posibles repercusiones locales.
“Las acciones de las mineras junior se han venido cayendo significativamente en los últimos meses. El año pasado estaba el miedo de los inversionistas a la crisis europea, la quiebra de España e Italia y la caída del euro. También influyó mucho el temor al abismo fiscal en EE. UU.”, señala Alberto Arispe, gerente general de Kallpa SAB, firma que ha sido sponsor de varios de los listados de juniors en la BVL, incluido el de Lupaka Gold.
Ante la volatilidad del mercado de valores, y frente a la caída de precios de algunos metales como el cobre y el zinc, han sido las firmas de mayor riesgo dentro del variado universo de juniors las que más han sufrido las consecuencias bursátiles. “Sobre todo, han padecido las que se encuentran todavía en etapas de exploración, las que aún no generan recursos. En cambio, las que ya cuentan con estudios de prefactibilidad o factibilidad son menos riesgosas”, apunta Arispe.
Por su parte, Jorge Ramos, gerente general de BBVA Continental SAB, reconoce el riesgo que significan las juniors, pero asegura que hay razones para creer en algunas de ellas. “A nosotros no nos gusta tener listados de este tipo, porque no queremos darle mucho riesgo al grupo. Pero, por ejemplo, decidimos hacer el listado de Sierra Metals porque, si bien es una junior, ya está produciendo”, explica.
Incluso los ejecutivos de las propias juniors están lejos de ser optimistas sobre el sector en general. “El panorama está bastante complicado”, dice Óscar Pezo, director y vicepresidente de desarrollo corporativo de la junior Duran Ventures y ex gerente general de NCF SAB. “Los inversionistas retail locales y extranjeros ven mejores posibilidades en compañías más consolidadas, en acciones menos riesgosas. La reducción del apetito por las acciones de las mineras juniors hace cada vez más complejo levantar capital”, agrega Pezo.
Según el ejecutivo, será clave para la mejora de las acciones de las juniors que estas muestren resultados positivos en sus exploraciones y que se deshagan de deudas. “Las que están vinculadas a proyectos auríferos podrían tener más preferencia, así como las que cuentan con menos proyecciones de inversiones de capital”, señala.
Más oferta, poca demanda
El bajón de las acciones de las mineras junior no ha desalentado la llegada de más compañías que desean listarse en la BVL. “La mayoría de juniors quiere estar en la bolsa donde tienen sus operaciones y, a la larga, eso no solo beneficiará al inversionista, sino también a la acción”, comenta Ramos.
Si bien hoy la BVL tiene 18 mineras junior en su segmento de capital de riesgo, este número puede aumentar en los próximos años: alrededor de 1.500 empresas de este tipo están listadas en el TSX Venture, el segmento para juniors de la bolsa canadiense y, de ellas, 95 cuentan con activos en el Perú. “Es natural pensar que cada vez más compañías lleguen a listar en nuestra bolsa”, acota Arispe.
Para el presidente de la BVL, Roberto Hoyle, no es claro cuántas compañías listarán en el 2013, pero sí es seguro que se terminará el año con un grupo mayor debido a que la entidad que dirige es la única en Latinoamérica que alberga juniors y posee un formato que ya otros países desean replicar. “Tenemos esa ventaja frente a nuestros vecinos y debemos aprovecharlo.
Justamente, el año pasado hubo un evento en Australia y uno de los temas conversados fue el de las acciones de las mineras junior, por lo que existe la posibilidad de que este año también arriben a la BVL acciones de Australia y ya no sólo de Canadá”, aseveró.
El arribo chileno
Para Arispe, una forma en que se pueden recomponer las acciones de las mineras junior está en el interés de inversionistas chilenos, ya que en las últimas colocaciones en el mercado primario, entre el 5% y el 10% de la demanda ha correspondido a inversionistas del país sureño. “Esto es significativo porque antes no sucedía. Ahora, gracias al MILA, la demanda puede incrementarse y generar mayor liquidez en el mercado peruano”, sostiene.
Hoyle también ha destacado el interés de los inversionistas chilenos en la BVL. “Creo que es importante seguir generando ese interés. Las mineras juniors en el Perú tienen un alto potencial que ya evalúan los inversionistas de otros países”, dice el presidente de la BVL. “Esto recién empieza”, concluye.