La huelga de mina Escondida en Chile cambia de escenario

La ley laboral chilena faculta a la empresa para contratar reemplazos a partir del día 30 de paralización, cuando los trabajadores en huelga se pueden ‘descolgar’ de la movilización y retornar a sus puestos de trabajo.

Por: Redacción Gestion.pe

(AFP) La huelga en la mina Escondida, la mayor productora mundial de cobre, completó este viernes su día 30, sin avances ni contactos entre las partes pero con la posibilidad de que la empresa contrate trabajadores de reemplazo para reanudar las faenas.

El esperado día 30 de paralización se vivió sin embargo como uno más en el campamento que los mineros en huelga montaron en pleno desierto de Atacama, a los pies del yacimiento desde donde se extrae el 5% del cobre mundial.

Desde este viernes, la accionista mayoritaria del yacimiento, la gigante BHP Billiton, puede contratar a trabajadores de reemplazo para reactivar las faenas.

La ley laboral chilena la faculta para eso a partir del día 30 de paralización, cuando los trabajadores en huelga se pueden ‘descolgar’ de la movilización y retornar a sus puestos de trabajo.

“La compañía evaluará día a día la posibilidad de ejercer esta facultad luego de cumplirse 30 días de la huelga”, indicó un comunicado de Escondida, difundido este viernes.

“No estamos en ningún caso pensando en producir desde el día uno. Lo primero es retomar algunas actividades, tales como tareas de mantención y los proyectos”, explicó Patricio Vilaplana, vicepresidente de Asuntos Corporativos de Escondida.

Pero los trabajadores de Escondida confían en la unidad del sindicato, al que están inscritos 2,500 trabajadores, y han advertido ya que no permitirán el ingreso a las faenas de trabajadores de reemplazo.

“El ánimo en general de los trabajadores es bueno (…). Cuando partimos, muchos veían que iba a ser duro cumplir los primeros 30 días. Y hoy nos damos cuenta de que ya estamos. Estamos en la mitad del camino y vamos a los 60 (días)”, dijo a la AFP el vocero del sindicato Carlos Allendes.

Millonarias pérdidas
En estos 30 días de paralización minera Escondida dejó de producir unas 100,000 toneladas de cobre y analistas anticipan que le será casi imposible cumplir su meta de producción anual de 1.07 millones de toneladas.

El sindicato calcula, en tanto, que las pérdidas bordean los 500 millones de dólares en el primer mes de paralización, la más extensa en la historia de la mina Escondida.

Las autoridades chilenas esperan también un impacto en la economía local. El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, aseguró esta semana que la paralización “tiene efectos notorios en todas las cifras”.

Además de sus 2,500 trabajadores, Escondida da empleo indirecto a otros 8,000 en la ciudad de Antofagasta, a unos 1.300 km al norte de Santiago.

De momento, el precio del metal se ha mantenido estable en torno a los 2,60 dólares la libra, aunque el escenario podría cambiar a partir de este viernes. A la paralización en Escondida se sumó una huelga en la mina de cobre Cerro Verde de Perú, la más grande de ese país, controlada por Freeport-McMoran, y que produce cerca de 500.000 toneladas al año.

También está paralizada la segunda mayor mina del cobre del mundo, Grasberg, en Indonesia, operada también por Freeport-McMoRan, tras la adopción por el país de una nueva reglamentación minera.

Conversaciones trabadas
La última reunión formal entre la compañía y el sindicato de la mina Escondida tuvo lugar hace más de dos semanas. Desde entonces no han vuelto a tener ningún contacto, confirmó Allendes a la AFP.

Los trabajadores exigen que la minera cumpla tres compromisos: mantener los actuales beneficios negociados hace cuatro años, mantener los mismos horarios de trabajo y que las condiciones sean las mismas también para los nuevos contratados.

Piden, además, un bono de casi 40.000 dólares y un aumento salarial de un 7%. La empresa les hizo una primera oferta de un bono de casi 12.000 dólares.

Con un precio del cobre en los mercados a casi la mitad del que tenía en 2013, cuando superó los cuatro dólares por libra, la empresa afirma que el escenario mundial es ahora muy distinto al negociado hace cuatro años, cuando les entregó a sus trabajadores el mayor bono de la industria por casi 30.000 dólares.

Mientras se resuelve el conflicto, unos 1.200 trabajadores se turnan para acampar en una pequeña ciudadela montada a los pies del yacimiento, la que después de 30 días de movilización luce cada vez más equipada, con mineros agrupados en especies de villas de carpas, con baños privados, duchas y lugares de esparcimiento en los que intentan capear de mejor forma las inclemencias del desierto chileno.