Cuando el deal casi pierde el Horizonte

G de Gestión. Pocos lo saben, pero hubo un instante en el que la operación de compra de AFP Horizonte, del BBVA, se detuvo. Y el miedo de que no se concretara se hizo real para los tres CEO involucrados. G de Gestión conversó con ellos sobre la operación de M&A del año en el Perú.

Por: David Reyes

–Esta operación, si no la hacemos rápido, no sale –dijo Jorge Ramos, el CEO de AFP Integra, antes de colgar.

La frase final de la llamada marcó el inicio de un mes de negociaciones intensas. Era Semana Santa y dos de los entonces cuatro gerentes generales de las AFP en el Perú conversaban por celular. No era una llamada cualquiera: esa semana, los directivos de Sura habían intentado ubicar sin éxito a Carlos González-Taboada, la cabeza de Scotiabank en el Perú. El tiempo –vital para toda operación– corría. Así que Jorge Ramos cogió el celular y marcó el número de un viejo conocido suyo desde hace dos décadas. Pedro Grados, su par en Profuturo AFP, le contestó con la familiaridad de siempre, pero lo que conversaron fue el secreto corporativo mejor guardado durante cuatro semanas, hasta la tarde del 23 de abril, cuando en una conferencia de prensa anunciaron juntos la compra de Horizonte, la AFP del BBVA.

Esa mañana, a las 9:49 a.m., habían sido testigos de la operación de fusión y adquisición más sofisticada que ha tenido lugar en el Sistema Privado de Pensiones.

Pero antes ocurrió lo impensable: la transacción en la Bolsa de Valores de Lima –que ambos observaban pasar en la laptop de una casa de bolsa–, de pronto, se paralizó.

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–Estamos aquí para contarles por qué creemos que somos la mejor AFP del Perú. No la más grande, pero sí la mejor.

Rafael Carranza reconoce que disfrutó al decírselo cara a cara a los que, durante años, habían sido dos de sus tres grandes competidores. Era la misma oración con la que, como un golpe certero, el CEO de Horizonte había dado inicio a una docena de reuniones en Nueva York entre setiembre y octubre del año pasado, frente a los equipos de inversión de los potenciales compradores internacionales de la AFP. La historia de la venta empezó mucho antes para él y sus siete ejecutivos de primera línea, quienes –por pedido del BBVA– viajaron al centro financiero del mundo y, durante de dos semanas y en jornadas maratónicas de ocho horas seguidas, expusieron –una y otra vez– las más de doscientas diapositivas en inglés que resumían la “historia de éxito” de la AFP, “con cifras superiores a la media del sistema en rentabilidad de fondos y de acciones”. Por confidencialidad, para salvaguardar los nombres de los postores, se enteraban del hotel de la siguiente reunión unas horas antes y corrían a instalarse, en una vorágine que recuerdan como excitante.

Hoy, tras la venta, hay nostalgia anticipada en la AFP: un sinnúmero de sentimientos encontrados.

–Apagarle la luz a esta empresa, desde un punto de vista emocional, tendrá una carga importante –dice Carranza–. Pero esta es una historia que todavía se está escribiendo.

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Levantarse a las seis de la mañana –luego de varias noches al teléfono y pocas horas de sueño– no garantiza que nada malo ocurrirá. Conocer a un ejecutivo homónimo e intercambiar tarjetas con él entre risas, tampoco. Jorge Ramos Maita, gerente general de Continental Bolsa y responsable de la operación bursátil, despertó temprano y cotejó todos los detalles: que los fondos no hayan sido bloqueados por algún sistema de compliance, cuyas áreas en los bancos internacionales suelen requerir la ‘conformidad’ para el pase de grandes montos de dinero. Revisó las órdenes de compra y venta visadas por los departamentos legales de todas las partes. Hizo varias llamadas internacionales de validación. Y, por último, recibió a los ejecutivos de Sura y Scotiabank, entre ellos a Jorge Ramos Raygada, el CEO de Integra, con quien, más allá del nombre y apellido en común, iba a compartir una intensa jornada de trabajo. Nada, en teoría, podía fallar.

La idea de la compra conjunta había nacido en un directorio de Sura en Lima, donde sus ejecutivos recordaron el intento de una operación similar en Colombia, que no se concretó por la prohibición del regulador local. Hasta la mañana del 23 de abril, cuando arrancó la operación bursátil, todo había salido a la perfección. Entonces, los dos CEO de las AFP se sentaron tranquilos a monitorearla en línea, alrededor de la laptop personal del gerente general de Continental Bolsa. El escritorio de la oficina de Ramos Maita tiene forma de L, pero la operación era ‘en T’: el tiempo real de las finanzas modernas. Si toda operación se liquida al tercer día (en lo que los expertos llaman ‘T 3’), esta tenía la orden de hacerlo apenas finalizada y antes que termine la jornada bursátil (es decir, en T). Para los principales ejecutivos de Sura y Scotiabank, y de sus AFP –que también deambulaban en la habitación como a la espera de un parto–, aquel era el ansiado final de un mes a contrarreloj, de videoconferencias y conference calls los fines de semana que unían a cuatro países –España, Colombia, el Perú y Estados Unidos–, y la movilización de recursos y toma de decisiones en tiempo récord.

Pero, sobre todo, era la prueba del trabajo pulcro de unos treinta ejecutivos senior de los dos grupos, cuyo silencio fue vital para llegar al momento que ahora aguardaban.

–Ya no nos van a ver tan juntos. Nos ven juntos ahora, pero nuestro trabajo es competir –diría más tarde el CEO de Integra, en la conferencia de prensa del anuncio.

Jorge Ramos Raygada y Pedro Grados Smith se habían conocido en los noventa, cuando el primero fue nombrado gerente de inversiones de Integra y el segundo era gerente de desarrollo de la Bolsa de Valores de Lima. Hoy, con amigos en común de toda la vida de La Punta –Ramos es surfista e hijo de marino y Grados, un asiduo del balneario– y en un mundo de inversiones todavía pequeño, es difícil que no se encuentren seguido. Pero, en los últimos años, más allá de los comités mensuales de la Asociación de AFP y de algunos ccteles empresariales, no compartían ningún gran recuerdo juntos. Hasta ese día, claro, cuando –luego de cuatro semanas interminables en las que se vieron más que en los últimos veinte años– la operación se detuvo y creó en ellos un recuerdo de tensión imborrable.

Todo ocurrió cuando el trabajo ya parecía culminado y solo se esperaba su finalización. El ELEX, el sistema de negociación en línea de la bolsa, se paralizó al 25% exacto de la transacción. El susto inicial de Grados y de Ramos Raygada se extendió por todos los rostros de la sala: el temor de que algún postor extraño ingresara a la operación podía hacerse realidad. Ante el pánico generalizado, el responsable legal de la casa de bolsa corrió a llamar a Ramos Maita, quien supervisaba la operación en el trading room, una habitación contigua y a la que, por seguridad financiera, solo los traders pueden entrar.

Frente a la laptop personal del gerente general de Continental Bolsa, los ocho ejecutivos presentes se quedaron sin palabras ni respuestas. Era una pesadilla.

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–…No la más grande, pero sí la mejor.

Al frente, los nuevos postores eran dos AFP locales que se habían unido –repiten sus ejecutivos– para evitar una aglomeración en el mercado. Pero Rafael Carranza, el CEO de AFP Horizonte, no cambió sus palabras de partida, porque –dice– no las escribió en su memoria como parte de una estrategia de venta, sino porque cree en ellas como en una verdad. La eficaz división de M&A (mergers and acquisitions) del grupo BBVA –que coordinó todas las actividades en Lima y en Nueva York– hizo el mismo trabajo con cada uno de los otros tres negocios previsionales que tenía el BBVA en la región: Chile, Colombia y México. El del Perú era el último en venderse. El área se llama Expansión BBVA y es inevitable para los ejecutivos de la vendida Horizonte sonreír al hablar de ella. Porque en los días de exposiciones continuas –recuerdan–, no solo conocieron más que nunca cada una de las áreas de su empresa, sino que se volvieron más fieles a ella.

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–No se preocupen: es un mecanismo normal. Nadie va a entrar en la operación –les dijo Ramos Maita a los hombres asustados y agolpados alrededor de su laptop personal.

Logró tranquilizarlos, aunque la verdad es que nadie se calmó del todo hasta que, minutos después, la operación se reinició y los números en el ELEX volvieron a correr.

Lo que había sucedido era simple, aunque ninguno de los ejecutivos allí reunidos lo sospechara. Una disposición de la BVL establece que toda operación que incide sobre más del 25% de una empresa debe ser detenida hasta que el director de mercados –una suerte de árbitro general de las inversiones–, le dé el ok para continuar. Se trata de un mecanismo de verificación o doble check imposible de ser coordinado previamente, dada la confidencialidad de las grandes operaciones. A finales del año pasado, la operación que elevó el 50% de las acciones B de Telefónica del Perú a su holding latinoamericano –y cuyo monto negociado superó los US$ 1.500 millones– le había dado la experiencia a Ramos Maita para mantener la calma y profesar la prudencia. Pero ni los ejecutivos de Sura ni los de Scotiabank recordaban que esa alerta de verificación y detención existía. Así que temieron lo peor.

–¡Esos minutos…! –recuerda Ramos Raygada, y suspira mientras levanta las manos, como quien le reclama al cielo–. No sé si fueron dos o tres, pero fueron larguísimos.

–Cuando por fin pasó la operación por la bolsa, el entusiasmo fue realmente muy grande –dice Pedro Grados, y deja ver en su rostro una mezcla de alivio y orgullo.

Los CEO de las dos AFP compradoras reconocen que, en ese momento, se abrazaron. Con el tiempo justo de la operación en T, minutos antes de las tres de la tarde, hora de cierre oficial de la BVL, Continental Bolsa logró liquidarlo todo.

***

En la ventana de la oficina de Ramos Maita –dentro de un edificio impetuoso en el eje financiero de San Isidro–, se luce una placa de vidrio que destaca la operación de Telefónica como la “más grande de la historia” bursátil del Perú. Es el recuerdo que le entrega la casa de bolsa a las partes de toda gran operación cerrada, por lo que pronto reposará a su lado una del exitoso deal que, durante unos minutos, casi pierde el Horizonte:

Operación de Compra / Venta de AFP Horizonte
“Compra realizada por partes iguales por AFP Integra y Profuturo AFP”
64’616,488 Acciones AFP Horizonte.
Precio: S/. 20,69 por acción
Fecha de la Operación: 23 de Abril del 2013
S/. 1,336’915,136

En las oficinas del BBVA, una lámina de papel azul con forma de foco cuelga del techo. Parece una publicidad de bodega, pero no lo es: es una expresión de la eficiencia de costos con la que trabaja la financiera. Aprovechar las oportunidades de expansión también es una muestra de ello.

En la casa de bolsa del BBVA, las máquinas de trading nunca se apagan: los monitores sí. La lámina con forma de foco, de azul marino BBVA, dice: “Apague las luces al irse”.