Compañías aseguradoras expanden su oferta con pólizas de nicho y para pymes
G de Gestión. En los últimos dos años, el mercado de seguros creció 10% y en el 2013 se espera que avance al mismo ritmo, alcanzando los S/. 8.800 millones. Por ello, este sector alista una especialización más profunda.
Por: Redacción Gestion.pe
Por Manuela Zurita
Las empresas en el Perú han demostrado en la última década estar más convencidas de la necesidad de contratar seguros y las compañías que los ofrecen están respondiendo con creatividad y audacia a esa inquietud. “Cada vez se reconoce más que el patrimonio se puede perder de un momento a otro”, dice Raúl de Andrea, gerente general de la Asociación Peruana de Empresas de Seguros (Apeseg).
Ese interés ha contribuido al dinamismo del mercado de seguros, que en los últimos dos años creció 10% y en el 2013 se espera que avance al mismo ritmo, alcanzando los S/. 8.800 millones. Hasta ahora Lima concentra el 65% de esas primas, pero son las provincias, con el 35% restante, las que están facilitando la expansión. De hecho, mientras en la capital las ventas crecen por año entre 8% y 9%, en el interior del país lo hacen entre 13% y14%, agilizadas sobre todo por la demanda de seguros patrimoniales (o No Vida), que son los que más compran las empresas.
Así lo explica Gustavo Cerdeña, presidente del Consejo Directivo del gremio y gerente general de La Positiva, quien añade que las pólizas para el sector corporativo representan la mitad de las ventas del sector. Otro pilar del crecimiento es la orientación de las compañías aseguradoras hacia segmentos de menores ingresos con microseguros o seguros masivos de Vida y, paulatinamente, de No Vida.
Esa “diversificación dual”, como la define De Andrea, le permitiría en cinco años al Perú alcanzar el promedio regional en lo que refiere a penetración de primas por Producto Bruto Interno (PBI), que es de 3,5% y que hoy en el país asciende al 1,5%, uno de los más bajos de América Latina.
Pólizas en boga
Las compañías peruanas compran seguros de los cuatro tipos que existen en el mercado, dependiendo de su actividad y obligaciones: ramos generales, accidentes y enfermedades, vida y del sistema privado de pensiones. Los primeros entran en la categoría No Vida; el resto, en Vida. Según la Superintendencia de Bancas y Seguros (SBS), hasta mayo pasado los cuatro registraron crecimientos de 37,47%, 13,89%, 21,31% y 27,33% cada uno, respecto del mismo mes en el 2012. De los primeros, el de incendios y líneas aliadas es el más difundido entre las empresas, observa De Andrea. En el período mencionado, crecieron 19,08%. Así y todo, los que realmente despegaron en ese período fueron los de riesgos en el sector aviación, con 180% de incremento, posicionándose de lejos como el más dinámico.
Pero esas no son las únicas tendencias del mercado de seguros. A juicio de Sergio Muñoz Ibáñez, gerente general de Insur, especializada en seguros de crédito y caución, los primeros, que cubren los riesgos de impago, son la novedad. Mientras en Argentina, Chile y Brasil sus primas ascienden a US$ 50 millones, US$ 100 millones y US$ 150 millones, respectivamente, en el Perú alcanzan los US$ 5 millones, compara. “Es menos desarrollado y, por eso, con mucho potencial”, dice el ejecutivo y precisa que hasta el momento las empresas que más lo compran son las exportadoras y grandes comercios. La firma, que comenzó a operar en el Perú en el 2009, hoy atrapa el 57% de sus ventas y este año proyecta crecer 50%. “Eso es porque la base es muy pequeña”, repara.
En lo que respecta a seguros de caución, de cuyo mercado Insur abarca el 18%, el chileno observa que existe una migración de los clientes de los bancos a las compañías de seguros. Miguel Cauvi Abadía, vicepresidente ejecutivo de seguros empresariales de Rimac, que los incluyó en su cartera de productos este año, explica: “En el país eran básicamente los bancos los que ofrecían este servicio. Pero ¿qué haces cuando una fianza copa tu línea de crédito? Lo trabajas a través de un seguro de caución que cumple exactamente la misma función en una licitación o para asegurar la entrega de un proyecto”.
Para Cauvi, las compañías aseguradoras seguirán aprovechando esa oportunidad. “¿Los bancos lo van a fomentar? Habría que preguntarles”, sugiere. En tanto, Muñoz advierte que la expansión de las compañías hacia el interior del país incidirá en su dinamismo, permitiéndoles crear lazos de confianza con nuevos clientes. De acuerdo con su experiencia, el sector construcción y el de suministro para el Estado son los que más los compran.
El rol de las pymes
Las pequeñas y medianas empresas tendrán un papel esencial en la transformación del mercado asegurador. Es el segmento con más potencial, según las fuentes consultadas. “Hay infinidad de empresas que sin duda necesitan el soporte de un grupo de seguros”, sostiene Cerdeña. Según la Asociación Peruana de Pymes, en los últimos cinco años unas 60.000 microempresas pasaron de facturar S/. 555.000 a 6.290.000, lo que las convirtió en pequeñas empresas.
Se trata de un 2% del total de las microempresas peruanas. ¨El pequeño empresario tiene que saber que para crecer tiene que protegerse de eventualidades¨, opina Cauvi y subraya que en esas situaciones el seguro permite a sus dueños volverse operativos de forma rápida. “Cuando uno está emprendiendo no te sobra la plata. Un seguro te sirve para poder reponer ese bien que tienes y hacer el negocio que sabes hacer”, dice.
Y al parecer esa filosofía está empezando a cautivar a las pymes, el segmento empresarial con menos penetración de seguros. “Esta reticencia que ha habido, de que hay seguros solo para empresas grandes y no para las chicas, está empezando a desaparecer”, afirma De Andrea y reconoce que el desafío actual para las aseguradoras es crear canales de comercialización.
Al respecto, Pablo Jackson Alvarado, director de unidades de negocio de Mapfre, advierte que la oferta de seguros le llega a las pymes de forma aislada y poco constante. En su opinión, dicha limitación está asociada a dos factores: la escasa bancarización y cultura de prevención del empresariado pyme. “Son pocos los agentes de seguros que explotan ese nicho de mercado. Más bien, las cajas de ahorro y crédito municipales o rurales son las que gradualmente han venido convirtiéndose en un vehículo para hacer llegar la oferta de seguros a las pymes y proteger sus activos y los riesgos a los que están expuestas”, explica.
Así y todo, según Cerdeña, los seguros para pymes generan hoy entre el 12% y 15% de las ventas de las compañías que ya los comercializan. La que representa, La Positiva, se ha enfocado en desarrollar microseguros “simples” y “baratos” asociados a microcréditos. Además, se ha orientado especialmente al sector agro. De hecho, junto a Mapfre es una de las dos compañías que atiende el Seguro Agrario Catastrófico (SAC) que financia el Estado para los productores de las zonas más pobres del país. Además, han diseñado un seguro para la adaptación al cambio climático y preparan otro, para criadores de camélidos.
Rimac también está en carrera. El año pasado creó el Seguro Multirriesgo Pyme, que protege el 100% del patrimonio de un negocio valorizado hasta en US$ 2,5 millones de los rubros industriales, comerciales y de servicios; y hace tres meses lanzó en provincia “Restaurante Seguro” y “Hotel Seguro”. Estás últimas pólizas cubren incendios y lucro cesante en unidades comerciales (y no cadenas) y permiten al cliente armar su propio seguro, optando por los riesgos que más le convengan, ya sea huelga, robo, deshonestidad y rotura de maquinaria, entre otros.
Primas en evolución
En perspectiva, al margen del potencial pyme, el mercado de seguros empresariales seguirá especializándose por industria y cliente. “El seguro del área corporativa es un traje a medida. Compramos la tela y los diferentes pedazos para asegurar una compañía”, ilustra Cauvi. El atractivo y la oportunidad de cobertura que cada rubro represente abrirá camino a la anunciada mayor penetración del mercado.
Los sectores transporte y construcción, ligados al cierre de la brecha en infraestructura en el país, parecen posicionarse como las áreas inmediatas por donde comenzará a ramificarse. También desde la agroindustria. “Son muy pocas plantaciones las que cuentan con una cobertura integral a los cultivos desde la siembra hasta la cosecha”, dice Jackson.
En ese contexto, el ingreso de compañías extranjeras al mercado local (se prevé que comiencen a operar cuatro adicionales a las catorce en actividad) ayudaría a expandir el horizonte de pólizas en el mercado peruano. Y si bien se espera que desembarquen para ofertar seguros de vida, las fuentes coinciden respecto del la posibilidad de que tarde o temprano se inclinarán hacia los seguros patrimoniales. Pero a diferencia de otros mercados, donde el mayor número de competidores tiende a rebajar el precio de los productos, en el de seguros no tendrá ese efecto.
Por el contrario, puesto que lo que lo regula es el volumen de riesgo acumulado (a más riesgo, más costo), la exposición que supone enhorabuena un mayor crecimiento económico del país, los presionaría hacia arriba. También lo haría el reaseguro catastrófico, cuya evolución ha sido creciente en los últimos años a raíz de los desastres naturales como los terremotos de Japón, Chile y Haití, suma Jackson. “Los seguros sirven para darle continuidad al modelo”, sentencia Cauvi, que como buen sastre piensa a priori en el modelo.