Bankia limpia balance en 2012 para empezar de cero
El banco español registró una pérdida récord de 19,193 millones de euros el año pasado, tras unos saneamientos de 23,900 millones de euros.
Por: Redacción Gestion.pe
Madrid (Reuters).- La nacionalizada entidad financiera española Bankia dijo el jueves que estaba en una posición sólida para retornar a terreno de rentabilidad, después de que amortizaciones por activos hipotecarios incobrables la llevaran a anotar las mayores pérdidas corporativas en España en el 2012.
Bankia cerró el 2012 con unas pérdidas récord de 19,193 millones de euros tras unos saneamientos de 23,900 millones de euros, como parte del plan de recapitalización con fondos europeos de 18,000 millones de euros.
En el caso de su matriz, el grupo BFA, las pérdidas sumaron 21.238 millones de euros, las mayores en la historia empresarial española, teniendo en cuenta saneamientos a nivel de grupo de 26,845 millones de euros.
La entidad explicó que las pérdidas a nivel de grupo BFA habrían bajado a 19.400 millones si se hubiesen contabilizado unas plusvalías por el canje de instrumentos híbridos.
“Las pérdidas están totalmente en línea con lo anunciado (en el plan estratégico). Ahora tenemos un balance saneado, solvente y líquido tal como aspirábamos”, dijo el jueves el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, que reiteró su intención de poner a la entidad en el camino de la rentabilidad.
En el mercado, las acciones de Bankia se depreciaban un 2.33% a 0.294 euros.
El saneamiento del Grupo BFA-Bankia se produce también después del traspaso 22,318 millones de euros en activos inmobiliarios al banco malo, creado como condición de Bruselas para un crédito de hasta 100,000 millones de euros a la banca española, de la que el Gobierno ha solicitado unos 41,000 millones de euros.
Tras su recapitalización, la entidad nacionalizada espera alcanzar un beneficio neto de 1,200 millones de euros al final del período 2012-2015.
Goirigolzarri se mostró confiado en poder cumplir estos objetivos del plan estratégico avalados por la Comisión Europea, aunque reconoció la existencia de “riesgos en la implementación” teniendo en cuenta la caída de la actividad bancaria en el 2013 en un entorno de tasas bajos y el deterioro de la economía española.