Aseguradoras peruanas mantuvieron sus portafolios en azul pese a volatilidad bursátil
G de Gestión. La turbulencia internacional no alcanzó a los portafolios de nuestras compañías de seguros. ¿Qué hicieron sus áreas de inversiones para ganarse tamaña bendición? Sus mismos gerentes cuentan su historia.
Por: Redacción Gestion.pe
Por David Reyes
La prudencia es el eje de las inversiones de nuestras aseguradoras. Obtener las mejores ganancias con un riesgo controlado, su objetivo. La renta fija, un aliado incondicional. Rímac, Mapfre y Pacífico son conservadoras con orgullo porque, ante todo, buscan garantizar el cumplimiento de sus obligaciones.
Pero ello no significa que no apuesten por la calidad de sus profesionales, casi todos en carrera por el Chartered Financial Analyst (CFA) en sus tres niveles y con credenciales para trabajar en cualquier firma global. G de Gestión habló con sus líderes sobre las estrategias con las que, en medio de una gran volatilidad bursátil, han logrado mantener las cifras en azul.
TODO VA A ESTAR BIEN
Rímac tiene un equipo A1. José Martínez Sanguinetti, su vicepresidente de Inversiones, maneja a 31 expertos financieros y un portafolio de más de US$ 1,800 millones en el que nada está en juego. “Nuestro objetivo es la estabilidad de la compañía en el largo plazo y el riesgo es el que estamos preparados para asumir”, resume.
Las inversiones son directas. De allí que buena parte del equipo sea de research. El 70% de la cartera es renta fija, que, ante el cese del estímulo monetario, ha reducido su nota internacional de BBB a A-, dos ‘noches’ más que Perú. Un 18% es liquidez –dada la incertidumbre– y el 12% restante, una cómoda renta variable.
“La BVL cayó hasta 30%, pero nuestro portafolio de acciones se mantuvo en positivo”, dice. ¿Cómo está compuesto? Solo por empresas de primer nivel de Perú y Chile, definidas como “posiciones estratégicas en el tiempo”. El éxito no solo es de los traders: también es de los analistas, que siguen los mismos sectores en los 12 países en los que invierten.
La última apuesta son los inmuebles. Hace dos años, Martínez logró lo que esperaba: un patrimonio tan alto que le permita una gran inversión en el sector, pero no mayor al 15% del total. Hoy tiene US$ 300 millones en proyectos en ejecución. Pese a la volatilidad, el retorno general no lo perturba, pues confía en su principal arma: el manejo activo de su cartera.
AYUDANDO A PREVENIR
El principal de los siete principios de inversión en Mapfre es la congruencia: “Para cada ‘cuenta’ que tenga que pagar en el futuro debo tener un activo”, explica Andrés Uribe Kling, su director de Tesorería e Inversiones. Un 75% de renta fija y un 12% de inmuebles –desde locales comerciales a camposantos– se lo permiten.
Ni hedge funds ni derivados especulativos. “No hacemos nada exótico y nos sometemos a una exigencia mayor a la de la SBS”, dice. Con solo tres economistas, mantiene la casa en orden: los bonos, con una nota mínima internacional de A-, no tienen derecho a call (a ser cancelados antes) y calzan con las obligaciones.
También están alineadas las monedas: hay instrumentos en soles para pagar deudas en soles y un 13% de liquidez que le permite hacer frente a los siniestros y aprovechar oportunidades. “Con los activos y pasivos con la misma duración, los precios y las tasas afecta a los dos lados”, destaca.
Que los bonos suban o bajen no es una preocupación para Mapfre, que espera el cierre de los plazos. Lo que sí le importa es que la firma mantenga sus credenciales y le pague. Hay poco lugar para el riesgo, además, cuando de 5% de la renta variable, 3% está invertido en las subsidiarias. Uribe define su política así: “Aquí el negocio son los seguros, no las inversiones”.
VIVE PACÍFICO
Tres empresas de naturaleza distinta hacen que Pacífico tengo una gama de estrategias de inversión. En manos de Eduardo Tirado Hart, su gerente de Inversiones, hay US$ 2,000 millones, US$ 1,500 de los cuales son de Pacífico Vida y la mitad de estos de pensiones. De allí que la mayoría de sus portafolios coincidan en un valor: la seguridad en el largo plazo.
El grueso de la cartera es renta fija: un 85% del total. La diferencia con la competencia es que US$ 450 millones de sus bonos son administrados por dos portafolio managers internacionales, que anticipan muy bien las crisis y mantienen una inversión segura en títulos internacionales AA.
“Eso nos quita competitividad, pero dormimos tranquilos”, destaca. Que el 40% de su cartera sea previsional hace que evite los descalces –y la fluctuación de las tasas– y solo destine el 7% de su cartera a la renta variable: acciones locales e ETF extranjeros de proyección. Hoy, su reto está en una nueva exigencia: la pensión en soles.
“Antes todos querían jubilarse en dólares. Entonces comprábamos bonos en dólares, bien diversificados y en distintos países, y listo. Ahora eligen soles y no hay alternativas”, señala Tirado. Para compensar la carencia, usa activos inmobiliarios, que alquila por décadas a firmas comerciales, y que equivalen al 8% de su portafolio.
Ninguna aseguradora juega a la ruleta. Junto con las AFP, son los grandes compradores de los bonos soberanos locales y de los pocos corporativos que hay. Sus dosis de cautela se sostienen en un bajo trading, y definen a sus equipos de inversión. En todas ellas la rentabilidad está asegurada.
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Una escuela de inversiones
Martínez Sanguinetti lleva 15 años en Rímac y 11 al frente de su equipo de inversiones. Con estudios en Economía en la Universidad del Pacífico y una maestría en London School of Economics, es exigente en la selección de su personal: aquellos que toman las decisiones en su área tienen al menos una maestría internacional o CFA. Y los que no, son potenciales candidatos a ello.
El equipo de research tiene un matiz propio. “Formamos a nuestros analistas. Son gente que llega con poca experiencia y que aprende aquí”, dice Martínez. Y con el objetivo de formar un grupo sólido y de largo plazo, Rímac tiene un programa de financiamiento de estudios de postgrado que respalda a los miembros del equipo que ingresen a una de las 15 mejores universidades de Estados Unidos.
En el centro de un país privilegiado
Uribe Kling nació en Colombia, vivió en Canadá, Argentina y México, y se siente peruano. Una vida nómada de hijo de banquero hizo que no le temiera a aceptar liderar el equipo de inversiones de Mapfre en un país del que no tenía más que dos referentes: Machu Picchu y la hiperinflación que le citaban como antiejemplo en sus clases en la Universidad de Western Ontario.
Allí, en Canadá, estudió su bachillerato y su maestría en Economía y Finanzas, antes de pasar por el MBA del Instituto Tecnológico de Monterrey. “Mi país-casa es donde vivo y hoy mi país-casa es el Perú”, dice, orgulloso del crecimiento de la sucursal de la aseguradora española, que ha pasado de 30 a 2,500 trabajadores en los últimos 14 años: “Es un ejemplo de cómo surge el Perú”.
En la tarea que le toca lo acompañan tres economistas, dos de ellos con CFA en distintos niveles y uno camino a conseguirlo. Y aunque no se define como un obseso de las inversiones ni de los que vive frente al terminal de Bloomberg –que está detrás de su escritorio–, sabe del valor de la información: “Uno tiene dos posibilidades: o está conectado al mercado o no lo está. Yo soy de los que lo estoy”.
Un trabajo que es casi un hogar
Tirado Hart lleva una vida profesional ligada a uno de los grupos financieros más importantes del país. Cuando, en 1996, regresó de Estados Unidos –donde estudió Administración y un MBA en la American University de Washington D.C.–, fue reclutado por Estudios Económicos del BCP. De allí, y de Credifondo y Credibolsa –adonde llegó después–, solo recuerda lo mejor.
“Aprendí a leer los estados financieros y tuve la oportunidad de ver y ‘tradear’ todos los mercados”, recuerda. Por eso hoy, cuando contrata personal, mira a quienes han pasado por áreas de análisis o banca corporativa. Esa experiencia –asegura– le da a los profesionales bursátiles la base en los fundamentos que respalda sus decisiones. El resto “es el olfato que aprendes en la mesa”.
Cinco de los 11 miembros de su equipo tienen MBA y uno, CFA completo. Pero a Tirado le preocupa que se comprometan con su sector, por lo que ha hecho que Pacífico les dicte diplomados in house sobre el negocio de las aseguradoras: “Quiero que sepan en qué empresas están trabajando y cómo se genera la plata”.