Los amistosos lazos del sector automotor con los políticos alemanes
FOTOGALERÍA. En Alemania se fabrica más de seis millones de automóviles anualmente, y se estima que existe un promedio de un vehículo por cada dos habitantes. La industria automotriz alemana es muy poderosa, tiene mucha influencia sobre la política alemana. Aquí un fotoreportaje sobre el tema con información de la agencia Reuters.
Angela Merkel aprendió que enfrentarse a la industria automotriz alemana tiene riesgos. En 1995, cuando era ministra de Ambiente, sus colegas no respaldaron las medidas que había propuesto para reducir la contaminación generada por los vehículos. Perdió la batalla ante Matthias Wissmann, el entonces ministro de Transporte con lazos estrechos con el sector. (Foto: Bloomberg)
Matthias Wissmann puso en duda que las medidas de Merkel fueran a bajar la contaminación. Al final, los argumentos del entonces ministro de Transporte se impusieron y Merkel quedó reducida a las lágrimas, según una biografía de 2010 de Gerd Langguth. (Foto: Bloomberg)
Matthias Wissmann, el veterano de la Unión Demócrata Cristina (CDU) de Merkel, encabeza la Verband der Automobilindustrie (VDA), el influyente grupo de presión del sector automotor alemán, y actúa como su principal cabildero (lobista). Él sigue tratando de "tú" a la canciller pese a los roces que mantuvieron hace 20 años. (Foto: Bloomberg)
El lobista más importante de Daimler (Mercedes Benz, Smart, etc.) es Eckart von Klaeden, un político de peso de la Unión Demócrata Cristina CDU, quien trabajó para Merkel en la cancillería. Su abrupta salida para trabajar en el fabricante de Mercedes en 2013 provocó una investigación de la fiscalía. (Foto: Bloomberg)
Martin Jaeger antecedió a Eckart von Klaeden como lobista de Daimler. Ahora es el portavoz del ministro de Finanzas, Wolfgang Schaeuble. (Foto: sigmalive)
Thomas Steg, ex portavoz del gobierno socialdemócrata Gerhard Schroeder, encabeza los asuntos públicos de Volkswagen. (Foto: spiegel)
El ex ministro de Relaciones Exteriores del Partido Verde Joschka Fischer ha realizado publicidad para BMW en años recientes. (Foto: Bloomberg)
En 2009, meses antes de competir por un segundo mandato, Angela Merkel se empeñó en un controvertido rescate del fabricante alemán Opel, en contra del consejo de su ministro de Economía, quien sostenía que debía dejarse que la unidad de General Motors cayera en bancarrota. (Foto: Bloomberg)
En 2013, el gobierno de Angela Merkel presionó en Bruselas, incluso amenazando a otros países para obtener respaldo, para conseguir moderar las nuevas reglas europeas de emisión de dióxido de carbono, a las que se oponían Daimler y BMW. (Foto: Bloomberg)
"Hasta ahora los políticos han tratado con guante blanco al sector alemán de automóviles", dijo Klaus Mueller, jefe de la Federación de Organizaciones Alemana de Consumidores. (Foto: Bloomberg)
Los críticos dicen que doblegándose ante los grandes fabricantes de autos, Berlín ha desalentado la innovación. Alemania está retrasada en autos eléctricos y en general no se espera que cumpla el objetivo de vender 1 millón de estos a fines de la década. (Foto: Bloomberg)
Hay buenas razones por las que Berlín se pone del lado de sus automotrices. La industria emplea a más de 750,000 personas en Alemania, es un símbolo de las habilidades de la ingeniería del país y hace que otros sectores se vean pequeños. (Foto: Bloomberg)
En el 2014, las tres grandes automotrices -Volkswagen, Daimler y BMW – sumaron ventas de 413,000 millones de euros, más que el presupuesto federal alemán. (Foto: Bloomberg)
Por: Redacción Gestion.pe