OIT: reinventar la formación profesional para hacer frente al futuro del trabajo

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) destacó que “el acelerado proceso de transformación actual encuentra a la región expuesta a nuevos factores de cambio y a una demanda incierta por ocupaciones inéditas”

(Foto: iStock).

Por: Redacción Gestion.pe

Las transformaciones aceleradas en el mundo del trabajo plantean la necesidad de tomar medidas para reinventar la formación profesional en América Latina y el Caribe, con el fin de abordar brechas y anticipar cambios que afectan tanto a quienes buscan un empleo como a las empresas interesadas en cubrir vacantes, y que son fundamentales para un crecimiento más sostenido, inclusivo y sostenible, planteó OIT en una reunión iniciada hoy en la capital costarricense.

“Para enfrentar los grandes desafíos que nos plantea el futuro del trabajo es fundamental promover el debate y convencer a los tomadores de decisiones para reinventar esta formidable herramienta que es la formación profesional y vincularla mejor con las políticas de desarrollo productivo”, dijo el Director Regional de la OIT, José Manuel Salazar-Xirinachs, quien participó en la inauguración de un encuentro al que fueron convocados delegados de 23 países.

La discusión sobre el futuro de la formación profesional se realiza en el marco de la 43 reunión de la Comisión Técnica de OIT/Cinterfor (Centro Interamericano para el Desarrollo del Conocimiento en la Formación Profesional), que reúne a representantes de organismos especializados en materia de formación y desarrollo de recursos humanos de América Latina, el Caribe, España y Cabo Verde.

Salazar destacó que “el acelerado proceso de transformación actual encuentra a la región expuesta a nuevos factores de cambio y a una demanda incierta por ocupaciones inéditas”.

Agregó que “en el lapso de una generación, seremos testigos de la obsolescencia masiva de muchas de las habilidades tradicionales debido a la digitalización, la robotización y la inteligencia artificial, entre otros fenómenos, así como a la emergencia de nuevos requerimientos de habilidades y competencias”.

“Esto plantea la necesidad de gestionar la formación con nuevas estrategias y alianzas pública-privadas, con roles y papeles flexibles, con el fin de tener la velocidad y la pertinencia que el desarrollo demanda”, dijo el Director Regional de la OIT.

“La formación profesional está enfrentando uno de los más profundos cambios en su historia. Los empleos del Siglo XXI requieren de habilidades y competencias de base más compleja (técnica, digital, socioemocional) y retan a los sistemas educativos y de formación profesional no solo a estar al día sino a anticipar los nuevos requerimientos, y a ofrecer educación a lo largo de la vida”, agregó.

La Oficina Regional de OIT y OIT/Cinterfor presentaron en la reunión de Costa Rica un documento titulado “El futuro de la formación profesional en América Latina y el Caribe: diagnóstico y lineamientos para su fortalecimiento”. El documento dice que la formación profesional es una actividad con más de 70 años en la región, y que existe una institucionalidad desarrollada.

Lo que se requiere, explica, es “una mirada de largo plazo y de futuro, basada en las realidades del presente, sobre el mundo de la formación y su relación con los retos del desarrollo productivo y el empleo en la región, en momentos en que la evolución de los sistemas de enseñanza promete renovar la forma en que se aprende y las nuevas tecnologías cambian la forma en que se trabaja”.

“Los recursos humanos son un ingrediente indispensable y central para el logro de un crecimiento sostenido, inclusivo y sostenible con empleo pleno y productivo y trabajo decente para todos”, dice el documento.

“Una pregunta fundamental sobre el futuro, entonces, es si las estructuras formales e informales de educación y aprendizaje van a evolucionar para satisfacer las necesidades de las personas que desean llenar las expectativas de los lugares de trabajo del futuro”, dijo la OIT.

El documento dice que en América Latina y el Caribe a pesar de que la escolaridad se ha incrementado, las mediciones internacionales revelan rezagos importantes en el desarrollo de competencias básicas de matemáticas, lectura y ciencias.

También hay grandes brechas en materia de formación profesional. El documento dice, por ejemplo, que “en la región, solo uno de cada nueve trabajadores recibe algún tipo de formación (educación o capacitación) a lo largo de un año, mientras que en el promedio de los países de la OCDE estas cifras están por encima del 50%”.

Es evidente la existencia de importantes brechas cuantitativas y cualitativas de habilidades. Muchas empresas de la región manifiestan dificultades para llenar vacantes y para ubicar personal con la dotación adecuada de competencias técnicas y socioemocionales, lo cual es evidencia de serios desajustes entre demanda y oferta, dado los altos niveles de desempleo y subempleo, en particular de los jóvenes.

En América Latina y el Caribe existe además una correlación clara entre tamaño de empresa y nivel educativo y calidad del empleo. La proporción de trabajadores con educación terciaria crece con el tamaño de la empresa. En la microempresa es 15%, en la empresa pequeña es 28%, en la mediana 37% y en la grande 50%.

Por otra parte, el nivel educativo está altamente correlacionado con la informalidad, que afecta a casi 50% de los trabajadores, ya que entre más alto el nivel educativo más baja la incidencia del empleo informal, dice el documento de OIT/Cinterfor. “Es decir, la educación y la capacitación contribuyen muy significativamente a reducir la informalidad”.

El documento presenta diez lineamientos, un decálogo, para orientar las estrategias destinadas a modernizar y fortalecer la formación profesional, que abarcan temas como la necesidad de alinearse mejor con las políticas de desarrollo productivo y los cambios tecnológicos, de apoyarse más fuertemente en el diálogo social, tener marcos regulatorios adecuados y los recursos suficientes, mejorar la calidad y la eficacia de los sistemas, impulsar la formación dual o “aprendizaje de calidad” que utiliza a las empresas como lugar de aprendizaje, mejorar la articulación con los servicios de empleo, así como promover la igualdad de oportunidades.

“Esto implica también considerar al talento humano como fin y a la vez como medio para promover el desarrollo en América Latina y el Caribe”, agregó el Director de OIT/Cinterfor, Enrique Deibe.