La multitarea o cuando querer estar en todo no funciona
Aunque, a veces, hacer todo a la vez puede resultar más rápido, no conviene que esto se convierta en un hábito. A la larga, concentrarse en una sola tarea aumenta tu eficiencia y te hace más productivo.
Por: Redacción Gestion.pe
Dicen de la multitarea que conduce al caos, pero algunos expertos consideran que, bien gestionada, puede convertirse en el mejor camino para ser más productivos… o no.
“La multitarea aumenta el rendimiento de los ordenadores, pero no ocurre lo mismo con los humanos”. Quien hace esta afirmación sin dudarlo un momento es Marta Romo.
La socia de Be-Up, asegura que “desde el punto de vista de la neurociencia, la multitarea no es eficiente para el funcionamiento cerebral. El cerebro se divide en compartimentos y no pone el 100% de atención en cada cosa, sino que va a media máquina.
Lo que sí es cierto es que, cuando estamos en modo multi, el cerebro percibe cierto estrés y hace que utilicemos nuestros recursos de supervivencia al máximo”. De esta manera nos engañamos a nosotros mismos pensando que somos más eficientes, “cuando no es cierto porque ese modo multitarea no puede sostenerse en el tiempo”, matiza.
Hacer muchas cosas a la vez no es sinónimo de eficiencia. Parece que avanzamos, pero querer estar en todo no es saludable para según qué profesional. Eva Rimbau, profesora de recursos humanos de la UOC, apunta que los investigadores coinciden en que con esta manera de trabajar o actuar, “lo que hace nuestro cerebro es cambiar de una tarea a otra. Atendemos de manera alternativa, pero no a la vez. Lo que puede ocurrir es que una de las tareas sea casi automática y, por tanto, requiera poca atención, así se puede atender a la otra sin mayores problemas, aunque difícilmente con tanta eficacia como si sólo se realizase ésta. La gente que hace mejor multitarea es porque su cerebro cambia fácilmente de foco de atención”.
Si eres de los que presume de esta habilidad, al principio te puede servir, pero según cumplas años te será más complicado. Cuando uno realiza más de una actividad a la vez baja su concentración en alguna de ellas y, por tanto, su rendimiento.
Sin embargo, Rimbau señala que “en momentos de aburrimiento o cansancio, combinar dos tareas de bajo riesgo, como ordenar archivos y escuchar un podcast sobre un tema interesante, puede ayudar a mejorar el nivel de estimulación y, a partir de ahí, pasar a concentrarse en una única tarea que exija una mente despierta”.
La receta para que una u otra manera de trabajar resulte efectiva, al menos en el corto plazo, la pone sobre la mesa Dolores Ruiz, directora de programas globales en EAE Business School: “La multitarea requiere altos niveles de concentración y, aunque tiene sus beneficios, también posee destacados aspectos negativos. Los empleados que son bombardeados con diferente información no prestan atención, no controlan su memoria y no cambian de una tarea a otra de forma tan eficiente como aquellos monotareas. Además, el control cognitivo puede verse dañado al querer realizar demasiadas tareas al mismo tiempo”.
Y como casi siempre, en el equilibrio está la virtud. Romo recomienda “respetar los ritmos del cuerpo, ir conociéndote poco a poco y así descubrirás que en ocasiones requieres adrenalina, emoción y hacer muchas cosas a la vez. En otros momentos del día, necesitarás parar y centrarte en una sola tarea focalizando tu atención. Para mí, la clave está en conocer en qué momentos del día tu cerebro te pide una cosa u otra”.
Diario Expansión de España
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