Cómo puede ser el ecosistema emprendedor perfecto

Las oportunidades de negocio en la meca de la tecnología, la ausencia de burocracia del país germano o el acceso a financiación en tiempo récord te proporcionan un ecosistema a medida. He aquí las pistas para dar forma al ‘Frankenstein’ emprendedor perfecto para crear tu ‘start up’.

Por: Redacción Gestion.pe

Imagina que tienes el poder de tomar lo mejor de cada ecosistema emprendedor para crear el escenario ideal en el que poner en marcha tu proyecto de negocio. Fantasea con la posibilidad de elegir la ausencia de burocracia que rige en Alemania, las oportunidades de negocio que se te presentan en Silicon Valley o la capacidad de financiación de Tel Aviv. Ahora zúrcelos y forma un mapa perfecto en el que las start up cuenten con todo lo necesario para nacer sanas y crecer fuertes.

¿Cuál ha sido el resultado? Quizá hayas planteado un nirvana empresarial plagado de corporaciones que se interesan por las innovaciones de las compañías emergentes; donde la financiación no es un problema y las trabas burocráticas y fiscales son mínimas. Bienvenido al ecosistema perfecto:

Oportunidades
El primer paso es tener una idea. Como estamos planteando un ejercicio de reflexión y, no nos vamos a engañar, de imaginación, figúrate que has encontrado un proyecto que cubra una necesidad básica y que cuente con un mercado potencial de millones de personas. Ponerlo en práctica en una zona con un mercado escaso es cerrarte muchas puertas. “EEUU es el país con más oportunidades de negocio. Que exista un mercado tan enorme hace que sea mucho más fácil crear empresas y te aleja de la guerra de guerrillas que se respira en Europa”, apunta Javier Megias, cofundador y CEO de Startupxplore.

Y el ecosistema de referencia en el país norteamericano es Silicon Valley que «a estas alturas nadie duda de que es el paraíso de las oportunidades», alaba Julio Prada, director general de Inbenta en España, una compañía que ofrece una herramienta de inteligencia artificial que ayuda a las marcas en la relación online con sus clientes, y que dio el salto a Palo Alto desde su ciudad natal, Barcelona, hace ya un lustro.

“Aquí se encuentran los ingredientes fundamentales que requiere cualquier empresa para su crecimiento y expansión. El capital imprescindible, ya que concentra el mayor número de inversores registrados del mundo; y el perfecto ecosistema emprendedor e innovador del mundo que hace que las ideas, las colaboraciones y la tecnología fluyan mucho más rápido que en cualquier otro lugar, convirtiéndolo así en el mercado más competitivo del mundo”, sentencia Prada.

Financiación
Aunque Palo Alto se ha convertido en el Hollywood de las start up tecnológicas, no es el ecosistema ideal. Eulogi Bordas, socio de Photoslurp plataforma de visual commerce&marketing, rompe ese mito: “Si el proyecto es innovador, tiene una ventaja competitiva, resuelve un problema real y está liderado por un equipo competente, no creo que haya un problema para conseguir una ronda de financiación”.

Y, así, en términos de acceso a la financiación, Tel Aviv, gana la carrera: con una inversión per cápita de 371 dólares por compañía emergente frente a los 141 de Silicon Valley y los 6 de España. “Esto tiene que ver no sólo con la calidad de las empresas, sino con el enfoque inteligente del Gobierno”, explica Megias quien, sin embargo, también apunta a Londres como posible sucesora a este particular trono. “La City destaca por su agresiva política de incentivación fiscal a la inversión privada (50% de exención al invertir y la otra mitad si sale mal). Aunque todo depende de la fase en la que esté la start up”.

Claudia Ladaria y Almudena Viéitez, fundadoras junto con Alfonso Casado de Bilingual Beats aprendizaje de música e idiomas dirigida a niños menores de cinco años solicitaron financiación año y medio después de abrir su negocio. “Reino Unido potencia las ayudas a pequeños emprendedores.

Muchos de ellos son privados, por lo que tienes que superar un proceso de selección y desarrollar un business plan, y otros son públicos. Nosotras conseguimos un crédito de Virgin Start Up de 5.000 libras a devolver en 5 años con un 6% de interés. Incluía la participación en talleres y mentores”. Esta start up consiguió el año pasado el premio que la empresa más prometedora de 2015, dotado con media hora de sesión de mentoring con Richard Branson; también han sido finalistas de la Startup Competition del South Summit.

Aunque Londres le pisa los talones, Silicon Wadi nombre con que se ha bautizado al lugar de Tel Aviv en el que se concentra la mayoría de compañías tecnológicas está mucho más avanzado en este sentido. Sobre todo, gracias al papel del Gobierno que ha creído, desde un principio, en la importancia de situar Israel en el mapa emprendedor.

“El ejecutivo fue el que creó un instrumento de coinversión, Yozma (iniciativa en hebreo), para apoyar el nacimiento y el crecimiento de nuevas empresas”, explica Megias. Yozma es una de las pocas iniciativas de inversión de un Gobierno en start up que ha resultado de verdad exitosa. “Se trata de un programa gubernamental diseñado en 1992 para crear un mercado real de venture capital, que en ese momento era muy pequeño”, relata el CEO y cofundador de Startupxplore. Y no fue fácil. En aquel entonces la inversión en start up era muy baja; existía un alto talento cualificado con un gran foco en la innovación y el desarrollo, pero con una mala experiencia en llegada al mercado y en márketing; un crecimiento exponencial del número de nuevas start up; y carencia de firmas de inversión en capital riesgo.

Puesta en marcha
Un desembolso de 15 libras y 48 horas son suficientes para crear tu start up en Reino Unido. Jinn, una aplicación móvil que permite a los usuarios pedir cualquier producto de cualquier comercio de su ciudad y recibirlo en media hora, es una idea de Mario Navarro, León Herrera y Joseba Mendivil, que se conocieron en un viaje de intercambio en Estados Unidos y que, a su vuelta, decidieron poner en marcha esta idea en Londres, porque “es la ciudad europea con mayor mercado en mobile commerce y reparto a domicilio”, explica Navarro.

Además, admiten que allí no encontraron ninguna traba fiscal. Navarro asegura que pusieron en marcha la compañía “a través de Internet. En tres horas y con menos de 100 euros teníamos la empresa constituida. A partir de ahí, nos apuntamos a una aceleradora del norte de Inglaterra (una de las muchas que existen en Reino Unido) y recibimos algo de financiación con la que pudimos desarrollar el proyecto. Unos meses después, y una vez validado el modelo, lanzamos la aplicación en Londres”.

Berlín es otro lugar sencillo para emprender. Luis Ongil, socio fundador de Percentil venta de ropa de segunda mano, explica que también para ellos fue sencillo abrir su centro logístico allí. “Llevamos nuestro pasaporte español a un notario y con un desembolso de 3.000 euros puedes abrir tu empresa. Las trabas a un extranjero en España son mayores”. Esta es una de las razones por las que las trabas burocráticas y fiscales no supusieron traba alguna para Mónica Rucabado, fundadora y directora general de la firma de zapatos española Alma en Pena. Se han instalado hace poco en Alemania y, explica que “el principal problema que nos encontramos fue lograr la confianza de los compradores de las grandes marcas alemanas: son muy reservados y tienen que hacer pequeñas pruebas para comprobar la calidad”.

Hugo Miranda, creador de Keyandcloud especializada en facturación electrónica optó por Andorra para montar su negocio. “Los impuestos de sociedades son de un 2% para una empresa tipo intangible como la nuestra; los 24.000 euros primeros de facturación están exentos del IRPF y de 40.000 a 50.000 euros tributan al 5%”. Otra de las ventajas que señala es que “los inversores extranjeros que tienen una participación superior por encima del 10% en una empresa pueden solicitar la residencia”.

Contratación
Alemania también es un buen destino si estás pensando en reclutar talento. Entre los atractivos, Ongil menciona los bajos costes que supone la contratación en prácticas, “con dos o tres meses de prueba por un total de 1.200 euros, y sin coste de indemnización por despido. Los minijobs nos permiten contratar a perfiles muy diversos y mantener esa relación profesional sin límite, a diferencia del contrato por obra o servicio”.

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