¿Cómo evitar que el 'networking' lo haga parecer como un desesperado por empleo?
El dilema es cómo conseguir empleo en un escenario laboral en el que el 80% de las ofertas no se publican y la solución parece estar en el networking que implica una red de contactos sólidos y eficaces. ¿Cómo usar eficientemente este mecanismo?
Por: Redacción Gestion.pe
Las ofertas son invisibles y los contactos son vitales para encontrar empleo. Un networking sólido se convierte en el arma casi única (y más efectiva) para conseguir trabajo. Pero pocos saben construirlo.
El dilema (no resuelto) es cómo conseguir empleo en un escenario laboral en el que el 80% de las ofertas no se publican. Y la solución parece estar en el networking. En una red de contactos sólidos y eficaces. Pero esto es difícil de lograr, y no todos saben ni pueden hacerlo.
Guillem Recolons, socio de Soymimarca, explica que “el networking, entendido como nueva forma de hacer contactos, suele estar enfocado al 20% de las ofertas laborales que se hacen públicas, por lo que su eficacia no puede ser muy alta, ya que ese escaso 20% de oferta concentra casi el 100% de la demanda”.
Recolons añade que “el networking online para encontrar empleo es cómodo, pero no demasiado eficaz”.
El método que ha mostrado mayor eficacia para llegar al 80% de la oferta oculta de trabajo es el conocido como boca a oreja.
Para ello debemos utilizar a nuestros círculos de influencia más cercanos, y averiguar quién es nuestro público clave, aquellos profesionales que pueden ofrecer un empleo antes de sacarlo al mercado masivamente.
Para Andrés Pérez Ortega, consultor en estrategia personal, “los buenos networkers tienen más de estrategas que de tipos simpáticos, habladores y extrovertidos, que es el prototipo de profesional que se sabe relacionar. Por eso choca en nuestra cultura”.
Desde este punto de vista, un networker profesional define objetivos, valora los contactos, elige las situaciones apropiadas o se prepara antes de acudir a un evento.
Eva Collado, consultora estratégica de capital humano, recuerda que “para poder sobrevivir y avanzar en nuestro entorno sociolaboral es de gran ayuda tener fuentes fiables a las que recurrir. Si no cuidamos nuestro mundo de relaciones, nos quedamos solos. El del networking es un entorno en el que te vas dando a conocer y en el que primero das para poder recibir después. Es un trabajo arduo que no finaliza jamás”.
“El networking se ha cuidar todos los días (no sólo cuando necesito algo o me quedo sin empleo) porque si no lo hace, los demás no entenderán que busque su hombro únicamente en momentos de crisis”, subrayó.
Keith Ferrazzi, autor del best seller Never Eat Alone – en el que asegura que “la forma de hacer contactos y pedir favores, no es pidiendo favores, sino sembrando para luego recibir” – tiene una curiosa opinión acerca de los eventos de networking: cree que son válidos en teoría, pero que “se trata de encuentros para desesperados. La mayoría de asistentes son desempleados que desean entregar su currículo. Imagínese a una congregación de gente que sólo tiene en común estar parada”.
Andrés Pérez describe algunos tipos de eventos: “Por un lado están aquellos en los que se junta un grupo de gente más o menos bien situada. Deben presentar un número concreto de gente a los otros participantes en un plazo de tiempo. Pero hay otras reuniones sectoriales que, con la excusa de una ponencia o la presentación de una novedad, reúnen a profesionales del mismo sector. El problema es que, al juntarse gente con los mismos intereses (coaches, gente de RRHH o comerciales), lo que se puede conseguir es ponerse al día de lo que está ocurriendo en el sector”.
Pérez opina que “los eventos de networking son útiles siempre que sean capaces de atraer a un potencial cliente, empleador o socio más que a un colega o competidor. Los más eficaces son los que no se presentan como tales, aquellos que reúnen a los influyentes más potentes pero de una forma más disimulada. Un partido de golf, el palco de un equipo de primera, una comida o una cena de gente escogida, una conferencia para un pequeño grupo… Lo peor que puede hacer una persona en un encuentro de este tipo es parecer desesperada o ir con intención de vender o de colocar un currículo.
Por eso estas reuniones más informales en teoría son más apropiadas para generar sintonía e interés. Pero lo fundamental es el día después. Si todo queda en una conversación agradable y unas risas, es una pérdida de tiempo. Hay que salir del evento con deberes, con acciones concretas: una llamada la próxima semana, un nuevo contacto… Sólo así será útil”.
Diario Expansión
Red Iberoamericana de Prensa Económica (RIPE)