Turismo: ¿Se puede crecer sin Machu Picchu?
El acceso es uno de las principales dificultades en el turismo, pero también mejorar la calidad de la atención hotelera y de servicios a quienes se espera atender. A continuación un panorama del sector.
Por: Redacción Gestion.pe
De acuerdo con resultados del Barómetro de la Organización Mundial del Turismo (OMT), la demanda internacional se ha mantenido robusta, a pesar de la coyuntura (relacionada principalmente con problemas de seguridad). Así, la llegada de turistas internacionales ha crecido un 3.9% en 2016, hasta alcanzar los 1,235 millones, incrementándose en más de 46 millones respecto de 2015. Cabe resaltar que Sudamérica ha experimentado una tasa mucho mayor de crecimiento ( 6.3%), gracias a los 32.7 millones de turistas internacionales que acogió el año pasado.
“El turismo en el Perú ha crecido, pero no lo suficiente para el potencial que tiene”, sostiene Comex Perú.
De acuerdo con el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), alrededor de 3.7 millones de turistas extranjeros llegaron al país en 2016, lo que representó un incremento del 7.7% con respecto a 2015.
“Si bien parece una cifra bastante positiva, no lo es tanto. En el pasado, el sector crecía con mayor dinamismo, a cifras de dos dígitos; la ralentización en su crecimiento se refleja en nuestra poca representación a nivel mundial: un 0.3% del total de turistas y un 11.3% del total de llegadas a Sudamérica”, afirman
Abriendo caminos
Comex Perú indica que, de acuerdo con el Plan Estratégico Sectorial Multianual a 2021 del Mincetur, se plantea que, para dicho año, la llegada de turistas internacionales sea de 6.9 millones y se incrementen un 50% los flujos de turismo interno, lo que se lograría trabajando con miras a largo plazo y aprovechando las oportunidades y el potencial del país en materia turística.
“De acuerdo con actores y especialistas en el sector, la infraestructura es el principal problema, sobre todo si queremos llegar a transportar 16 millones de pasajeros en 2020. Proyectos importantes en materia aeroportuaria se han visto frenados, ya sea por la coyuntura política o por aplazamientos en su ejecución”, sostienen.
Tal es el caso de la ampliación del aeropuerto Jorge Chávez (AIJCH), que solo cuenta con una pista de aterrizaje. Esto es un problema, pues fue diseñado con una capacidad para 10 millones de pasajeros al año y actualmente alberga 16 millones, superando en 60% su capacidad.
Además del AIJCH, es necesario ampliar también el aeropuerto Velasco Astete, en Cusco, que actualmente opera al doble de su capacidad.
“No podemos dejar de mencionar la oportunidad que significan Chinchero (tan obstaculizado por temas contractuales) y la llegada de las aerolíneas low cost. Estas últimas, en la medida que permitirían dinamizar el mercado aéreo nacional y el turismo interno, fomentarán la inclusión de cada vez más personas a este mercado”, sostienen.
La “desmachupización”
Un tema muy relevante, menciona Comex en su reporte semanal, es que sedebe recalcal en la “desmachupización” del Perú.
“El circuito turístico del sur (principalmente, Machu Picchu) alberga el 85% del turismo receptivo, de acuerdo con datos del Mincetur, por lo que es necesaria una movilización del flujo de turistas para reducir esta dependencia, así como destacar otros complejos turísticos”, mencionan.
En línea con lo mencionado, ya se ha inaugurado el sistema de telecabinas de Kuélap lo que impulsa la creación de un nuevo polo turístico al norte, lo que se lograría mediante actividades de promoción del recinto y la creación de vuelos interdepartamentales con el objetivo de conectar el sur con el norte del país.
Otro aspecto que refuerza es la inauguración del nuevo circuito de la Reserva de Paracas.
Por otra parte, el Estado debe seguir trabajando en la conectividad. Por ejemplo, lograr una conexión entre aeropuertos y hoteles en las principales ciudades turísticas. En el caso de Lima, el AIJCH se encuentra muy distanciado de las zonas hoteleras en los distritos de San Isidro y Miraflores, por ejemplo.
Además, debemos atender la calidad del turismo, es decir, la experiencia en sí misma. Para ello, se debe mejorar la calidad de sus trabajadores, la capacidad hotelera y la seguridad. Solo a manera de ejemplo, el 87.9% de trabajadores del sector turismo cuenta con un nivel educativo no mayor a secundaria completa, hecho que incide en la eficiencia del sector.