The Economist: “Minería e infraestructura no bastan para sostener crecimiento más allá de dos años”
El consumo privado ya no sostendría el mismo dinamismo, según Michael Reid, editor de la revista para la región. Destaca la necesidad de abordar las “ineficiencias de la economía”.
Por: Luis Fernando Alegría
El Perú Summit 2014 será en Lima el martes 13 de mayo. ¿Por qué su slogan es “una nación en un punto de inflexión”?
El desafío para Perú es cómo mantener el crecimiento y progreso social en un mundo que está cambiando. El país no es una isla y es evidente que el resto de la región está desacelerándose por dos motivos: el crecimiento de China es menos rápido y los precios de las materias primas ya no están subiendo como antes. El gran ‘boom’ de las materias primas, que ha beneficiado tanto a Perú y a otros países de América del Sur, está llegando a su fin. Esto no quiere decir que va a haber un derrumbe de los precios, pero sí implica que eso no va a ser un factor de propulsión como antes. De otro lado, está la recuperación de Estados Unidos, que es una buena noticia pero conlleva a una normalización de su política monetaria, con lo que el costo del crédito en la región va a subir.
Pese a la desaceleración, aún andamos relativamente bien en materia macroeconómica. ¿Considera que esto es sostenible?
Pienso que el Perú está en una posición interesante, porque la macroeconomía todavía va bastante bien. Gracias al hecho de que hay una acumulación de grandes proyectos de inversión en minas de bajo costo sobre todo de cobre y proyectos públicos de infraestructura probablemente la economía siga creciendo bien por dos o tres años más. Sin embargo, creo que hay algunas señales de que el consumo interno no se va a sostener en el mismo ritmo y, mirando el mediano plazo, para que Perú siga creciendo tiene que enfrentar más enérgicamente el tema de productividad y las múltiples ineficiencias que hay en el país, porque la minería e infraestructura no son suficientes para mantener el ritmo más allá de los próximos dos años. El gobierno está consciente de eso y vamos a hablar con los ministros Castilla y Ghezzi sobre este punto y otros.
¿En dónde cree que está el principal punto de acción?
Hay que avanzar en la microeconomía, enfrentar los cuellos de botella e ineficiencias de la economía, como infraestructura, informalidad, mercado laboral, educación que es un tema de largo plazo pero es urgente y el tema de competencia.
¿Le parece que estamos en riesgo serio de caer en la trampa del ingreso medio?
La trampa del ingreso medio es el tema central en América Latina en este momento, porque tiene que dejar una etapa de crecimiento basada en una mano de obra barata a una en que la gente gana mejor y tiene que rendir mejor. Es pasar de una economía que crece solo por crecimiento demográfico y acumulación de capital, a uno que crece a través de la productividad y eficiencia. Las políticas públicas centrales son la educación y el Perú tiene buen desempeño en cobertura, pero pésimo en calidad y uno nota eso. Otro tema central es infraestructura, comunicaciones y logística; y uno más es el ambiente de negocios. Eso no solo tiene que ver con reglamentación, sino con seguridad en todos sus aspectos y la capacidad de que el negocio pueda crecer.
¿Qué fortalezas y debilidades percibe como las más importantes en el Perú?
Creo que las fortalezas son una economía relativamente diversificada en sus exportaciones, a diferencia de Chile o Venezuela. Creo que es un país muy creativo y que tiene mucho dinamismo, además que la democracia se ha sostenido en los últimos tiempos, en una tecnocracia y en consensos tecnocráticos, que sí es una fortaleza. Sus debilidades están en instituciones, en la falta de partidos políticos significativos, inseguridad y en la infraestructura; además de la baja calidad educativa.
¿Qué oportunidades hay para ser un país más atractivo a los inversionistas?
Creo que el Perú es atractivo y ha jalado bastante inversión. No van a escaparse del ciclo de los precios de las materias primas, por lo que habría que ver qué tan fuerte es su respuesta. También hay que evaluar si la alianza del pacifico para a ser realidad empresarial y económica, y no solo una etiqueta diplomática, porque la gente mira a países grandes y también a grupos de países, lo que sería potencialmente un atractivo, pero diría que todavía es potencial, no realidad.