"Tenemos una 'admnistrativitis' que retrasa inversiones y pone en riesgo nuestro crecimiento"

Juan Mendoza, docente de la UP, aseguró que las excesivas trabas y regulaciones que el Estado peruano impone a las inversiones podrían retrasar los principales proyectos en cartera. “Excesivas regulaciones crean incertidumbre”, dijo.

Por: Redacción Gestion.pe

María Claudia de la Barra
mdelabarra@diariogestion.com.pe

Las perspectivas de crecimiento económico del país son alentadoras para el próximo año. Así, las estimaciones de analistas económicos se mantienen alrededor del 6%, lo que representa un crecimiento significativo en un contexto aún incierto por el lado externo.

El director de la Maestría de Economía de la Universidad del Pacífico, Juan Mendoza, coincidió con estas proyecciones (entre 5% y 6%), y afirmó que el mantenimiento de la dinámica de la inversión privada que llegaría a un récord de 30% del PBI este año, según el Scotiabank explicaría gran parte de ese crecimiento.

Sin embargo –aseguró-, más allá de los conflictos sociales que podrían enfrentar, las trabas que el Estado impone a las inversiones también son un riesgo interno que podría revertir el panorama positivo en el mediano plazo.

“Existen problemas administrativos y de aprobación de proyectos dentro del Estado, una especie de ‘administrativitis’, con excesivas regulaciones, que retrasan las inversiones y crean incertidumbre”, dijo Mendoza.

Como se recuerda, el último Reporte de Competitividad Global 2012-2013, elaborado por el World Economic Forum (WEF) reveló que aún el Perú enfrenta un reto importante en cuanto a la eficiencia de su Gobierno (puesto 100 de 144 países analizados), que viene como consecuencia de la baja calidad de sus instituciones públicas (puesto 118), y que generan una excesiva carga burocrática (128).

En ese sentido, Mendoza aseguró que urge empezar a reformar el Estado para que los procedimientos no sean una ‘traba’ a las inversiones privadas y así mantener los incentivos para hacer negocios en el país. “Se deben tener aprobaciones rápidas, pues la incertidumbre es enemiga de la inversión”.

“Por ejemplo, hasta el 2016, tenemos cerca de US$40,000 millones de inversión minera (en cartera), lo cual podría hacer que los siguientes cinco años sean extraordinarios. Pero ello será posible si la empresa inversora tiene un horizonte largo de planificación y no percibe incertidumbre sobre impuestos y regulaciones”, refirió.