Scotiabank: Inflación de setiembre estaría próxima a 0.25%
En el Perú, la inflación observada en agosto se aceleró hasta un ritmo anual de 4%, explicada en buena medida por factores de oferta (tarifas públicas y alimentos perecibles) que aún no muestran señales de reversión, afirmó el Scotiabank.
Por: Redacción Gestion.pe
La inflación esperada para setiembre estaría próxima a 0.25%, mayor al 0.16% registrado en setiembre del 2014, por lo que la trayectoria anual de inflación podría seguir reptando al alza en setiembre (alrededor de 4.2%), informó el banco Scotiabank.
“Nuestro cálculo incluye el alza del precio de los productos avícolas (desde los últimos días de agosto y que por construcción del índice incidiría en setiembre)”, señaló el analista senior del Departamento de Estudios Económicos del Scotiabank, Mario Guerrero.
Agregó que también incluye el reajuste de tarifas eléctricas, anunciado por el Organismo Regulador de Inversiones en Energía y Minería (Osinergmin), y la incidencia de la depreciación del nuevo sol, que en parte sería contrarrestada con la reciente rebaja de los precios de los combustibles.
Mencionó que la inflación observada y esperada continuó reptando al alza en agosto. Este jueves 10 el directorio del Banco Central de Reserva (BCR) sesionará respecto del programa monetario para setiembre y tomará una decisión sobre la tasa de interés de referencia (aumentarla, mantenerla o bajarla).
En su comunicado de agosto señaló que evaluaría “ajustes en la tasa de referencia que conduzcan a la inflación al rango meta”, recordó Guerrero en el Reporte Semanal del banco.
El BCR ha mantenido su tasa de interés de referencia en 3.25% durante los últimos siete meses, y podría aún mantenerla en setiembre, pues si bien la inflación esperada y observada sigue en aumento, ésta última está explicada en parte por choques de oferta, mientras que la inflación esperada para el horizonte 2016-2017 aún se encuentra acotada dentro del rango meta, explicó.
De acuerdo a la reciente encuesta de expectativas macroeconómicas del BCR, la inflación esperada se mantuvo en 3% para el 2016 y en 2.8% para el 2017.
Un aumento de la tasa de interés de referencia implicaría una postura de política monetaria que buscaría asegurar que las expectativas de inflación permanezcan ancladas al rango meta, en un contexto de persistentes presiones cambiarias, indicó.
El impacto material de esta medida estaría acotado, pues las tasas de interés en soles del mercado monetario ya se han elevado, manifestó.
La tasa interbancaria se ubicó en 3.6% en promedio en agosto mientras que la tasa preferencial para créditos corporativos se ubicó en 4.6%, su mayor nivel en lo que va del año.
La tasa de interés real se encuentra en 0.25%, considerando la inflación esperada para el 2016, aproximándose a terreno negativo, lo que debería implicar una acción de política por parte del ente emisor.
Un elemento que en particular se evaluará en las decisiones del programa monetario de este mes, será la decisión de la Reserva Federal (Fed) el 17 de setiembre respecto de su tasa.
Las opiniones de miembros de la Fed y analistas están divididas respecto de la decisión, pues los temores sobre China y la volatilidad de los mercados financieros han sembrado dudas respecto de si será o no el momento más oportuno.
Varios bancos centrales incluso han condicionado sus acciones a lo que la Fed decida. México y Chile, por ejemplo, mantuvieron en agosto sus tasas de interés de referencia (al igual que el Perú), aunque en México las minutas mostraron que algunos miembros del comité considerarían un incremento en la tasa después de que la Fed tome una medida similar.
Chile también monitorea el inicio de un ciclo de aumento de tasas si las presiones cambiarias persisten pues podrían impulsar las expectativas inflacionarias.
En el Perú, la inflación en agosto se aceleró hasta un ritmo anual de 4%, explicada en buena medida por factores de oferta (tarifas públicas y alimentos perecibles) que aún no muestran señales de reversión, pero la inflación esperada también aumentó, pasando de 3.1% a 3.4% para el 2015, contaminada por las presiones y expectativas cambiarias.
En una medida más ácida, la inflación sin alimentos ni energía, que muestra las presiones inflacionarias por el lado de la demanda, continuó reptando al alza, pasando de un ritmo anual de 3.4% en julio a 3.5% en agosto.