¿Qué planea el gobierno para contrarrestar el incremento de asaltos a bancos?

En promedio, al menos tres bancos son asaltados al mes en el país, según Óscar Rivera, presidente de Asbanc. Precisó que ladrones se llevan en promedio US$ 6,000 en cada asalto.

Para las bandas sería menos rentable robar a gente que retira menos de S/ 15,000, opinan algunos bancos.

Por: Redacción Gestion.pe

Roxana Tramontana
roxana.tramontana@diariogestion.com.pe

Omar Manrique
omar.manrique@diariogestion.com.pe

Manuel Patiño
manuel.patino@diariogestion.com.pe

Un vigilante inquieto espera en la puerta de una agencia bancaria. Inquieto por dos motivos: primero, porque en el año se han registrado 39 asaltos en el sistema financiero, según la Asociación de Bancos del Perú (Asbanc); y, segundo, porque no sabe cómo utilizar su pistola.

A su vez, un sedán con placa clonada frena en seco en el frontis. Bajan seis sujetos armados y comienza un atraco. El asalto dura menos de dos minutos, como los últimos cinco registrados en Lima, todos en el mes de noviembre, según la Policía Nacional del Perú (PNP).

El botín
El presidente de Asbanc, Óscar Rivera, reveló que en promedio los delincuentes se llevan US$ 6,000 de cada entidad financiera, que incluyen cajas, el Banco de la Nación y todos los bancos asociados al gremio.

Dentro de los 39 asaltos, 14 corresponden a bancos privados, y nueve de estos ocurrieron en Lima, dijo Rivera.

Sin embargo, el escuadrón Águilas Negras de la PNP lleva otra contabilización: 62 robos en el año, y 14 en la capital. En 2015, la Policía solo registró tres asaltos en Lima, mientras que en 2014, ninguno.

Viejos problemas, nuevas soluciones
Estos robos han llevado a que el Gobierno planee una serie de medidas, entre ellas, un proyecto de ley para limitar el retiro de dinero de las entidades bancarias.

El proyecto de norma estipula que: “El monto máximo (tope) en efectivo para realizar toda clase de operaciones y movimientos en las entidades financieras es de S/ 15,000 o US$ 3,500”.

De guardianes y centeno
Un dato curioso es que, según la PNP, el 85% de estos asaltos se concretan sin realizar un solo disparo. Esto solo puede significar que los ladrones reducen a los vigilantes con mucha facilidad y tan rápido que no tienen tiempo de desenfundar su arma.

“Sin desmerecer a los vigilantes, hay que advertir que ellos no están capacitados para combatir a las bandas. Ni siquiera saben del arma que llevan”, comentó el general ® Luis Montoya, ex director de la PNP.

A partir del 1 de enero de este año, el Decreto Legislativo 1230 prohíbe a los policías brindar servicios de seguridad en sus días de descanso. Es decir, adiós al clásico 24×24.

Asbanc ha suscrito un convenio con el Ministerio del Interior (Mininter) para contratar a efectivos policiales en vacaciones. Según Montoya, al mes, el 10% de agentes toma vacaciones; es decir, 12,000 policías, aproximadamente.

No obstante, Óscar Rivera aseguró que en noviembre solo se contrató a 45 policías en vacaciones. Según la PNP, a partir de julio, 916 agencias bancarias dejaron de ser resguardadas por agentes del orden.

Este déficit obliga a las entidades financieras a contratar personal de seguridad que no necesariamente está capacitado para ejercer esa función.

Ladrones reciclados
¿Y dónde están los ladrones? O mejor dicho, ¿de dónde vienen? Resulta que muchos de estos delincuentes ya cumplieron su tiempo en prisión y han salido en libertad, con mayor experiencia y ganas de compartirla.

“El incremento [de asaltos] responde al accionar de bandas organizadas (que han salido de prisión luego de cumplir condena). Tenemos conocimiento de que la policía ya los tendría identificados”, confirmó Rivera.

Y no solo son los asaltantes, sino que estos ladrones, previa graduación en el penal, encabezan las bandas criminales que perpetúan estos atracos. Víctor Maceta, jefe de las Águilas Negras, aseguró preocupado que son expertos en asaltos a bancos.

Pros y contras del proyecto
El proyecto de ley que está preparando el Ejecutivo ha generado impresionas a favor y en contra de expertos entrevistados por Gestión.

“La medida sería positiva porque permitiría que las personas se acostumbren, cuando requieran montos significativos de dinero, a utilizar medios de pago bancarios. Estos últimos comprenden los cheques de gerencia, trasferencias de fondos, giros, cheques de personas naturales y tarjetas de crédito”, señaló a este diario un abogado experto.

Agregó que la propuesta, de convertirse en ley, podría ayudar a combatir los actos de corrupción. “Es inusual que un acto de corrupción, como el pago de una coima se realice con una tarjeta de crédito o un cheque de gerencia. Estos actos delictivos se hacen en efectivo”, dijo.

En contraste, un banquero sostuvo que esta medida solo llevaría a ese público a buscar vías alternativas y entidades paralelas a la banca formal, como casas de cambio. “Toda restricción fomenta mecanismos paralelos; es lo contrario a lo que quiere el Ministerio de Economía, que es elevar la formalización”, dijo.

Asimismo, consideró que se puede afectar las operaciones de personas y mypes, que usualmente realizan sus operaciones en efectivo.

Además, advirtió que, a posteriori, se puede generar suspicacia en las personas sobre la eventualidad de un ‘corralito financiero’, como antes pasó en Argentina y Uruguay.

Por ello, algunos bancos estiman que con la eventual medida la bancarización (depósitos/PBI), actualmente en 37%, puede caer.