Asbanc: ¿Por qué el Perú debe mirar con optimismo el 2014 y 2015?
Recuperación de las economías avanzadas, la cartera de proyectos de inversión y las fortalezas macroeconómicas son los principales factores por los que el Perú se mantendría con una de las tasas de expansión más altas de la región.
Por: Redacción Gestion.pe
Si bien la economía mundial viene enfrentando la desaceleración de la economía china y el retiro del estímulo monetario estadounidense, el Perú sigue contando con una de las tasas de expansión más altas de la región y reúne una serie de fortalezas macroeconómicas y herramientas de política económica que le permiten responder ante este escenario, aseguró la Asociación de Bancos del Perú (Asbanc).
“El hecho de que para este 2014 se pronostique que el Perú anote el segundo mayor crecimiento en Latinoamérica (sólo superado por Panamá) y sea considerada una de las economías más sólidas de la región no son detalles menores”, manifestó Asbanc en su reporte semanal.
Según Asbanc, “los pilares de nuestra economía están intactos, y se cuenta con las herramientas de política necesarias para oponer resistencia a toda ‘ola enfriadora’ que se avecine, por lo que es importante que tanto el sector privado como el Estado inyecten optimismo con fundamento en los agentes económicos, con la intención de mantener al tope las expectativas de consumidores e inversionistas”.
Entre los factores que sustentan porque el Perú debe mirar con tranquilidad el 2014 y el 2015, sin dejar de lado cualquier cambio en las condiciones económicas, según Asbanc son:
Recuperación del primer mundo a la vista
Las economías avanzadas muestran evidentes signos de recuperación. Por ejemplo, EE.UU. avanzaría 2.7% en el 2014, superior al 2.6% que se estimaba meses atrás, mientras que la zona euro lo haría en 0.5% desde el 0.2% pronosticado anteriormente, de acuerdo a cifras del FMI.
Esto tendrá un efecto positivo para nuestro sector exportador, ya que ante una recuperación de la capacidad de gasto de ambas economías, la demanda externa aumentará. Adicionalmente, se prevé que en el 2015 y 2016 la recuperación se consolidará aún más, en favor de mercados como el nuestro.
Cartera de proyectos de inversión
A nivel doméstico, el sector minero empezará a recuperar terreno en este 2014 gracias a diversos proyectos que ya están entrando en fase de producción.
Así, por ejemplo, la mina de cobre Toromocho (Chinalco) que inició operaciones a fines del año pasado debería estar operando a plena capacidad en la segunda mitad del presente año.
Del mismo modo, para el 2015 iniciarán sus operaciones las cupríferas Las Bambas (recientemente adquirida por el consorcio chino MMG) y Constancia (Hudbay) y para el 2016 se espera que esté lista la ampliación de Cerro Verde.
Los megaproyectos mencionados implican inversiones que bordean, en conjunto, los US$ 15,000 millones y que aportarían cerca de 0.5 puntos porcentuales al crecimiento de la economía en el periodo 2014-2017, según el MEF.
También se debe destacar el significativo impulso que se le viene otorgando a las Asociaciones Público-Privadas (APP), lo que permitirá incrementar las inversiones en infraestructura y provisión de servicios públicos.
Para el presente año y el próximo se tienen en cartera proyectos de inversión adicionales por US$ 10,041 millones, entre los que destaca el recientemente adjudicado Metro de Lima – Línea 2 por US$ 5,075 millones.
Fortalezas macroeconómicas
De otro lado, nuestro país cuenta con una serie de importantes fortalezas macroeconómicas que le permiten enfrentar con menores sobresaltos shocks negativos.
En un reporte anterior, Asbanc mencionó a tres de ellas: inflación acotada, balanza de pagos equilibrada y mercado cambiario sin rigideces.
La inflación local no ha sufrido variaciones bruscas, y si bien de acuerdo a cifras disponibles a abril último ésta se encuentra por encima de la meta establecida por el Banco Central, no existe mayor preocupación entre los agentes económicos de que vaya a desbocarse en lo absoluto. La tranquilidad en relación al desenvolvimiento de dicha variable está fundamentada en la credibilidad del ente monetario y a las herramientas con las que cuenta para que las presiones inflacionarias se mantengan contenidas.
En cuanto a la balanza de pagos, el Perú ha logrado equilibrar su déficit de cuenta corriente con un saldo positivo de su cuenta financiera; más aún, la cuenta financiera ha venido reestructurándose, acumulando mayor financiamiento de largo plazo que capitales “golondrinos”, haciéndolo menos vulnerable ante posibles fugas de capital.
Igualmente, no existen rigideces ni un manejo anti-técnico del mercado cambiario doméstico, ya que éste se desenvuelve a través de un sistema de flotación administrada por el BCR, modalidad que le permite evitar fluctuaciones violentas, detalle importante para un país que cuenta con una economía parcialmente dolarizada.
Además de los elementos mencionados, el manejo fiscal del país ha sido eficiente, logrando acumular superávits fiscales y al mismo tiempo reduciendo el peso de la deuda pública. Ello ha permitido acumular “colchones” de recursos para ser usados en periodos de crisis.