¿Por qué la educación es importante para el desarrollo económico?
FOTOGALERÍA. ¿Cómo se demuestra que la educación es uno de los motores del desarrollo económico? El Banco Mundial ensaya un conjunto de respuestas para demostrar que el papel crucial que cumple la educación en el desarrollo económico de todos los país. Aquí se las presentamos.
En la actualidad, hay más niños en la escuela que en ninguna otra época anterior. Por ejemplo, en 1950 el nivel promedio de escolarización en África era de menos de dos años. Hoy, llega a más de cinco años.
En Asia oriental y el Pacífico la escolarización de la población subió de dos a siete años entre 1950 y 2010. Se trata de un incremento superior al 200%.
A nivel mundial, se prevé que el promedio de años de escolarización subirá a 10 años antes de fines de 2050. Esta cifra es mayor a un aumento de cinco veces durante un siglo y medio.
Sin embargo, 124 millones de niños y adolescentes aún no asisten a la escuela. Además, más de 250 millones de niños en edad escolar no saben leer, incluso después de varios años de escolarización.
Estas son las cinco cosas que usted debería saber sobre el papel crucial de la educación en el desarrollo económico:
La educación es una inversión: T. W. Schultz y Gary Becker, los economistas ganadores del Premio Nobel, impusieron el argumento de la educación como inversión. Schultz sostuvo que la inversión en la educación explica el crecimiento y Gary Becker nos dio la teoría del capital humano.
La teoría del capital humano postula que invertir en la educación ofrece beneficios en términos de la obtención de salarios más altos. Por otra parte, la teoría y las estimaciones empíricas están respaldadas por la ciencia actual, según lo explica James Heckman.
La neurogénesis dice que el aprendizaje puede continuar a edades avanzadas. Los costos y beneficios relativos a las inversiones en las personas de edad en comparación con las personas más jóvenes son diferentes. Las inversiones en trabajadores más capaces a cualquier edad generan mayores beneficios que las inversiones en trabajadores con menor capacidad, y las capacidades se desarrollan a edades tempranas.
La educación rinde frutos: En general, un año adicional de escolarización puede aumentar los ingresos en un 10 % al año. Esto es típicamente superior a cualquier otra inversión que un individuo pueda hacer. Por ejemplo, invertir en letras del Tesoro puede incrementar los ingresos en 1.4%, Bonos del Tesoro en 5.3%, cuenta de ahorros en 4.7%, vivienda en 3.8% y activos físicos en 7.4%.
El valor del capital humano – el porcentaje del capital humano en la riqueza total – es del 62%, cuatro veces el valor del capital producido y 15 veces el valor del capital natural.
A nivel mundial, los gobiernos, el sector privado, las familias y los individuos gastan más de US$ 5,600 billones anuales en educación y capacitación. Los países gastan el 5% del PBI en educación, o el 20% de su presupuesto nacional. La educación da empleo a alrededor del 5% de la fuerza laboral.
La rentabilidad privada de la educación – lo que los individuos reciben en el mercado de trabajo – ha aumentado. Los rendimientos se incrementaron en más del 20% en África y más del 14% en Asia oriental y el Pacífico. El gran cambio ocurrido recientemente es que las rentabilidades de la educación terciaria son ahora las más altas.
Cambian las habilidades que demanda el mercado laboral: En este nuevo mundo, la capacidad de los trabajadores para competir se ve obstaculizada por el desempeño deficiente de los sistemas de educación en la mayoría de los países en desarrollo. Los cambios tecnológicos y la competencia mundial exigen a muchos el dominio de ciertas habilidades y la adquisición de nuevas destrezas.
Los países pueden competir, y tener éxito: Para promover el éxito en el mercado laboral es preciso invertir temprano y luego invertir en las aptitudes pertinentes. Sobre todo, los países deben invertir de manera inteligente, promoviendo el interés en tres factores: autonomía, responsabilidad y evaluación. Ellos deben prestar atención a los maestros, el desarrollo en la primera infancia y la cultura.
Es importante centrarse en los resultados: Los sistemas educativos que obtienen buenos resultados preparan a los niños desde temprano, se reforman continuamente y usan la información para mejorar y rendir cuentas, pues la rendición de cuentas basada en pruebas es eficiente en función del costo.
Ampliar las oportunidades, pero prestar atención a la equidad: Los países deben mejorar la calidad, buscar la excelencia y ampliar las oportunidades en base a la eficiencia y la equidad. Esto significa garantizar que los jóvenes desfavorecidos se matriculen y tengan éxito.
Aunque los beneficios de la escolarización son altos en promedio, tiene que haber mejor información para los estudiantes que no tienen un buen desempeño y mayores redes de apoyo para ayudarlos. Una mayor cantidad de información beneficia a los estudiantes y a las familias de entornos desfavorecidos, que tienden a sobreestimar los beneficios y subestimar los costos.
La educación es verdaderamente uno de los instrumentos más poderosos para reducir la pobreza y la desigualdad y sienta las bases del crecimiento económico sostenido. Comencemos a invertir más en ella.
Por: Redacción Gestion.pe