Presión demográfica como la de años 30 limita economía de Estados Unidos

Como muchas cosas – incluidos la formación de empresas, la productividad y el gasto de capital-, la expansión de residentes de Estados Unidos muestra un daño sostenido tras la crisis financiera de 2008-2009.

(Foto: AFP).

Por: Redacción Gestion.pe

Bloomberg.- Todos los ojos están puestos en la llegada inminente a la Casa Blanca del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y en si su gobierno llevará a cabo una agenda que en lo que refiere a la economía incluye una meta de crecimiento de casi el doble del registrado en años recientes.

Lejos de los titulares, empero, hay presiones demográficas que llegan a niveles no vistos desde la Gran Depresión. Ello es un mal presagio para el logro de aumentos de 3% a 4% en el Producto Bruto Interno (PBI) que vislumbra Steven Mnuchin, el candidato de Trump a secretario del Tesoro. Sin una mejora en la productividad o una oleada de gente que se incorpore a la fuerza laboral, el PBI no puede acelerarse.

Como muchas cosas – incluidos la formación de empresas, la productividad y el gasto de capital-, la expansión de residentes de Estados Unidos muestra un daño sostenido tras la crisis financiera de 2008-2009.

La población estadounidense creció 0.7% a 324 millones de personas el año pasado, según un cálculo difundido por la Oficina del Censo en diciembre. Ello igualó a la cifra del 2013 ubicándose como el menor aumento desde 1937, cuando el país pugnaba con la Gran Depresión, según un análisis de Thomas Costerg de Standard Chartered Plc.

“Esto es un grave recordatorio de que el actual reto de productividad que se observa desde la crisis financiera mundial se complica por los continuos obstáculos demográficos”, escribió Costerg, economista jefe de Standard Chartered en Nueva York, en un informe del 10 de enero.

Desde que concluyó la última recesión en el 2009, la economía de Estados Unidos se ha expandido alrededor de 2% al año en tanto el crecimiento de la población registró un promedio de 0.76%, lo que se compara con el 0.93% de los diez años hasta el 2008, calculó Costerg. El mercado inmobiliario del país ya siente el impacto, argumenta Costerg.

La cantidad de nuevos hogares ha sido en promedio 32% inferior en los últimos cinco años que en el decenio hasta el 2008, escribió Costerg, mencionando datos de la Oficina del Censo.

Ello significa una menor demanda de todo, desde constructores y pintores hasta electrodomésticos, lo que reduce los incentivos para que las empresas aumenten la inversión en Estados Unidos, a pesar de plantas y equipos que envejecen.

La inmigración podría contribuir a impulsar el crecimiento de la población, pero ello no ha sido exactamente un pilar de la agenda de Trump, la que ha incluido recortes de impuestos, un programa de infraestructura y alicientes para que las empresas repatrien dinero desde el exterior.

Sus exhortaciones a expulsar residentes indocumentados y fortalecer los controles fronterizos podrían actuar en la dirección contraria. Sin inmigrantes, puede ser difícil cumplir con la promesa de “presidente de los empleos” de Trump de crear un promedio de 2.5 millones de puestos de trabajo al año en el curso de una década.

“Recientes señales del presidente electo Trump sugieren que este puede no ser el camino que se recorra”, escribió Costerg, refiriéndose a incentivos de inmigración para extranjeros con alto nivel educacional que también podrían ayudar a impulsar la productividad de Estados Unidos.

Obstáculos demográficos años después de una crisis financiera, renuencia a acoger la inmigración… Este relato sería familiar para analistas de otro país desarrollado: Japón, que aún procura escapar del estancamiento después de dos décadas.