Perú desde la perspectiva de un español: En tiempos de crisis es mejor no ‘bajar la guardia’
¿Cómo enfrentar la desaceleración económica global? Se pregunta Josep M. Rosanas, profesor del IESE de Barcelona. La respuesta es simple: “haciendo las cosas bien”.
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Por: Redacción Gestion.pe
Milagros Sánchez V.
msanchez@diariogestion.com.pe
Los medios de comunicación informan cada día de hechos catastróficos como lo acontecido en la Franja de Gaza. De igual manera la economía global camina sobre un terreno incierto, pero ¿las empresas peruanas deberían preocuparse?, se cuestiona Josep M. Rosanas, profesor del IESE de Barcelona.
En tiempos de crisis es mejor no ‘bajar la guardia’, ya que hay una fórmula que lo arregla todo y es: “haciendo las cosas bien”, suena tan simple pero tan difícil para la mente de un empresario, asegura el catedrático.
Las crisis van y vienen, pero lo que debería preocupar más al empresario es la economía real, mas no la financiera, es decir, “debe ofrecer los productos que sus consumidores quieren recibir y cubrir sus necesidades, solo así podrá sobrevivir”.
Tanto en el Perú como en España la fórmula ganadora aplica, según Rosanas, porque el modelo de endeudamiento de las empresas debe ir acorde a las operaciones de las mismas.
“Las empresas se proyectan con un endeudamiento a corto plazo, pero resulta lo contrario porque no miden sus gastos. No seguir los pasos de economías europeas y de EE.UU. es clave”, agregó.
Para Rosanas, la situación de empresa multinacional o local es indiferente, porque ambas deben ser conscientes de que necesitan de sus clientes, y si tienen la oportunidad de exportar sus productos, lo deberán hacer porque esa es la ley del negocio: expandirse.
En el caso de microempresas, la situación es diferente –agregó- porque ellas buscan formalizarse y el escenario tanto en Perú como en España es difícil porque los costos y tributos son altos. “El Estado no debe bloquear el desarrollo del empresario”, enfatizó.
Desde cortes de horarios e incentivos, la tasa de desempleo en España se recrudece, y eso es producto de la informalidad en las empresas. “Cada vez más empresarios dejan de percibir ganancias porque cierran sus negocios como medida de ahorro frente al pago de tributos”, acotó.
Según Rosanas, España tiene más de 40 millones de habitantes, de los cuales más de 5 millones y medio de personas se encuentran en situación de desempleo, ¿a dónde van a parar? Se pregunta el catedrático español.
El BBVA Research estimó que la economía española solo había avanzado un 0.6% en el segundo trimestre, mientras que la tasa de desempleo representa una anomalía internacional porque no solo se ve desde el punto de vista cíclico sino también estructural.
La entidad estimó que la medición del PBI per cápita de España frente a EE.UU. tenía una desviación negativa de 52.5%, y respecto a la Unión Europea era de -25.9%. De igual manera, la tasa de empleo había experimentado una variación negativa entre 22.4 y 22.8%.
Para Rosanas, es inconcebible que más de 5 millones de españoles sigan desempleados, y el PBI español no actúa como ‘salvavidas’ porque también crece a paso lento. “Más del 50% de desempleados son jóvenes y muchos de ellos son profesionales”, acotó.
Esta podría ser la razón de por qué muchos españoles vienen hacia el Perú en busca de mejores oportunidades, pero lo que Rosanas resaltó y lamenta es que se haya ‘exportado el paro (desempleo)’.
Asimismo, dijo que antes los peruanos iban frecuentemente a España, pero ahora la situación es diferente porque según la perspectiva española, “a Perú le va bien, y eso se nota a simple vista”.
Además, indicó que los ecuatorianos y bolivianos inundan las calles españolas, pero los peruanos han disminuido su presencia. “Esta es clara evidencia de lo que acontece en la economía peruana, ya que el Perú ofrece buenas oportunidades y los profesionales ya no necesitan emigrar, puesto que todo lo tienen en su país”, acotó.
Seguir bajo nuestro esquema es digno de resaltar, según Rosanas. La economía peruana adolece de un bajo dinamismo, pero algunos analistas sugieren que julio podría ser el punto de inflexión que el Perú necesita. Solo queda esperar.