Patrimonio de la refinería La Pampilla es de US$ 483 millones
La valorización de las estaciones de servicio depende de varios factores, entre ellos si se transfiere la marca Repsol o no. Sin esta podrían costar no más de US$ 130 millones.
Por: Redacción Gestion.pe
El monto de la oferta que habría realizado el Gobierno por los activos de Repsol (que incluye la refinería La Pampilla, la cadena de estaciones de gasolina y la planta envasadora) no habría sido determinado aún.
Una fuente del sector explicó que no es sencillo valorizar los alrededor de 270 estaciones de servicio (grifos) que posee Repsol, debido a que muchas variables a considerar, pero estimó que el monto total por ellos podría ser no más de US$ 130 millones si la marca (Repsol) no es transferida en la venta.
Por otro lado, el monto por el paquete completo es más difícil de estimar porque la refinería enfrenta pasivos que podrían hacer que tenga un valor contable de activos (sin intangibles) muy bajo o, incluso negativo.
Según la información contable disponible, La Pampilla tiene un patrimonio de US$ 483 millones (al cierre del 2012) y el año pasado tuvo utilidades por US$ 30 millones.
Las fuentes ratificaron la versión de que el paquete referido de activos ya habría sido puesto a la venta (Gestión 04.04.2013) y que el directorio de Petroperú no estaría de acuerdo con la compra, por lo que habría sido la junta de accionistas (integrada por cinco miembros: los ministros de Energía y Minas, de Economía y otros viceministros).
Valorización
Una de las fuentes detalló que los grifos son la actividad más rentable del paquete que habría puesto en venta Repsol. En este caso, lo que se valoriza no son los activos, sino cuánto de utilidad puede rendir una cadena de grifos y cuánto vale la marca, dijo.
Otro problema para la estimación es que varias de las estaciones que posee Repsol no son de su propiedad sino contratos con terceras personas. Además, Repsol no tiene grifos de venta de GNV, solo para GLP.
Si cada grifo se valorizara en US$ 1 millón, el costo total sería de unos US$ 270 millones, pero si no se transfiere la marca (lo cual es lo más probable, según afirmó), el precio baja mucho, digamos al 50%, con lo cual se llegaría a US$ 130 millones.
Por su parte, la refinería tendría un valor negativo (debido a los pasivos que enfrenta y que algunos estiman en unos US$ 800 millones). Por otro lado, afirmó que en refinación los márgenes de ganancia son bajos y hay mucha competencia. “No es un negocio”, dijo.
Para valorizar el paquete completo (grifos, refinería y planta envasadora) también hay que considerar la política de precios que va a seguir el Gobierno, agregó.
“Como no hay una política cierta de precios, eso es lo que es lo que más le preocupa a un inversionista”.
Desulfurización
Otra de las fuentes refirió que la economía de las refinerías se complica con el proceso de desulfurización, que obliga la ley vigente, ya que ello hará que la rentabilidad de estas siga disminuyendo año a año.
Refirió que desde el año 2010 se empezó a aplicar la ley de desulfurización, lo cual ha complicado la producción de destilados de petróleo en las dos refinerías (Talara y La Pampilla), debido a que estas no pueden incrementar su producción de petróleo “limpio” (con menos de 50 unidades de sulfuro por un millón) porque no tienen las plantas de desulfurización para ello, cada una de las cuales cuesta US$ 800 millones, aproximadamente.
Y cada año esta exigencia (desulfurización) va a ser mayor para las refinerías, por lo que la situación se va a complicar más ya que van a tener que importar cada vez más crudo ‘limpio’, el cual cuesta más caro y reduce los márgenes de utilidad.
Desulfurización
Otra preocupación en el mercado es que, de concretarse la compra de esos activos de Repsol por parte de Petroperú, toda la actividad de refinación petrolera del país quedaría en manos de una sola empresa, lo cual implicaría volver al monopolio de los 70 y 80, advirtió.
El logro mayor de la privatización de La Pampilla, refirió, fue que la fijación de los precios de los combustibles en el mercado interno dejaba de estar en las manos del MEF. Pero ahora, si Petroperú va a tener todas las refinerías, los precios los va a volver a fijar el MEF.
Con ello se va a empezar a generar distorsiones en los precios de los combustibles con relación a los de mercado y pérdidas para Petroperú. Este es el riesgo más grande de esta transacción, y probablemente eso sería lo que se busca: controlar los precios de los combustibles, señaló la fuente.
Si hay empresas y grupos privados como el Grupo Romero y otras empresas privadas extranjeras, para qué se tiene que meter Petroperú, cuando ello implicará que el dinero para esta compra salga de los bolsillos de los peruanos, porque Petroperú no tiene capacidad financiera para ello, más aún cuando tiene que modernizar la refinería de Talara.
“La refinería La Pampilla y la de Talara, cada una necesita invertir unos US$ 800 millones para su modernización”, dijo.
Expansión
El Gobierno actual ha autorizado a participar a Petroperú en una serie de actividades con el claro propósito de potenciar su presencia en el mercado nacional (ver tabla).
Así, con el proyecto de modernización de Talara (US$ 2,300 millones), su participación futura en el gasoducto del sur y en la petroquímica, en los lotes de explotación cuyo contrato fenece en los próximos años (ver tabla), Petroperú habrá vuelto a tener actividades en toda la cadena de producción petrolera. Pero la pregunta es con qué recursos, agregó.