Juan Arroyo: “Qali Warma debe elevar el umbral de calidad de proveedores”
El investigador de CENTRUM-Católica afirmó que en el Perú, las empresas pequeñas o medianas muchas de las cuales brindan servicios al programa social no tienen la calidad ni las certificaciones ISO 9001 que tienen las grandes.
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Por: Richard Manrique
El programa Qali Warma –que brinda desayuno a los niños en etapa escolar– necesita un rediseño en su cadena de valor, que implica elevar la exigencia de calidad a los proveedores, a fin de garantizar el buen estado de los alimentos, argumentó el investigador de CENTRUM-Católica, Juan Arroyo.
“Aparece como un dogma que descentralizar con pocas empresas es peor que descentralizar con más. Pero en el Perú las empresas pequeñas o medianas no tienen la calidad ni las certificaciones ISO 9001 que tienen las grandes”, opinó.
Y esta situación se agudiza frente a las limitaciones del Estado: “Las especificaciones técnicas deben ser muy claras y debe elevarse el umbral de calidad de exigencia a los proveedores. Hay que ser conscientes que la capacidad de monitoreo del Estado está en construcción. Eso no cambiaría de la noche a la mañana: la calidad reposará en la calidad de los proveedores”.
Arroyo reconoció que el problema es mínimo en comparación de las raciones de desayuno entregadas, pero tratándose de niños no se debe entrar en cifras, sino garantizar lo máximo posible la calidad de los alimentos que se les brinda. “Me parece que hay que exigir más calidad sin prejuicios y sin destruir Qali Warma”, exhortó.
Filtración para otro programa
El investigador de CENTRUM-Católica también aclaró que en el caso de Qali Warma no es acertada la crítica sobre las filtraciones, o niños que reciben desayuno sin reunir los requisitos de los beneficiarios.
“En el colegio no puede separar y darle su desayuno a un niño y a otro no. El tema de filtración debe explicarse para otro tipo de programas”, insistió. “Si fueran a colegios mayoritariamente de clase media, quizá la crítica sea acertada. Pero están yendo a colegios de gente necesitada, porque está demostrado que cuando no hay desayuno escolar varía la asistencia”.
En todo caso, Arroyo sostuvo que se necesitaría una revisión por unidades escolares, y ver cuáles están afuera según los niveles de pobreza de la mayoría de sus alumnos, “pero no se puede discriminar dentro del colegio”.
Nadie defiende intereses
Arroyo pidió “desechar” el argumento de que se busca “defender monopolios o intereses” de proveedores que quedaron fuera de Qali Warma, tal como trascendió luego de una investigación del economista Enrique Vásquez de la Universidad del Pacífico.
“Desde el inicio, nos pareció que no se estaba atendiendo a los estándares modernos que exige certificaciones muy seguras –aclaró–. Y se estaba confundiendo al creer que la participación de la población garantiza la limpieza de los procesos, cuando su involucramiento más bien a veces es la extensión de los problemas que hay de no transparencia”.