Industria peruana de biodiésel deja de vender hasta US$ 600 millones al año por importación de Argentina

Grupo Palmas alerta que refinerías Repsol y Petroperú adquieren combustible procedente de este país subsidiado y con prácticas “dumping”. Sobre esto último, en Indecopi existe proceso abierto que deberá ser resuelto entre junio y julio de este año.

Por: Redacción Gestion.pe

Entre US$ 500 a US$ 600 millones gastan al año las refinerías Repsol y Petroperú en la importación de biodiésel argentino que arriba al país subsidiado y con prácticas “dumping”, alertó el asesor legal del Grupo Palmas, Diego Calmet.

“Actualmente se gastan entre US$ 500 a US$ 600 millones en importar biodiésel argentino, cuando eso monto se debería usar para comprar el que se desarrolla en Perú y dinamizar así toda la cadena productiva de la palmicultura. Esto es lo que pierde el país”, aseveró.

Calmet refirió que el biodiésel procedente de Argentina llega al país entre US$ 200 a US$ 250 por toneladas métricas más barato que lo elaborado nacionalmente generando que las refinerías locales aprovechen esta situación y la adquieran, dándose una práctica “dumping”.

“La industria del biodiésel en Perú lo que necesita es competir legalmente ya que es altamente competitiva al tener una cadena productiva oleaginosa que parte de la Palma Aceitera y puede generar desarrollo al país y sobre todo a la Amazonía como cultivo alternativo”, explicó el letrado.

El especialista añadió que así se sembrarían más hectáreas de Palma Aceitera y se produciría más biodiésel, generando mayor bienestar a las familias dedicadas a esta actividad productiva que en varios casos, abandono la siembra de hoja de coca.

“Si las refinerías empiezan a comprar (el biodiésel nacional) se van a sembrar más hectáreas y construir más plantas de biodiésel, generando una dinámica económica en la Amazonía que era el objetivo principal de la ley de los biocombustibles. Por ejemplo, nuestro vecino Colombia tiene 500,00 hectáreas (dedicadas a la producción de palma aceitera) en cambio, nosotros tenemos 70,000 hectáreas”, apuntó.

Con miras a enfrentar la competencia desleal es que en el Instituto de Defensa de la Competencia y la Propiedad Intelectual (Indecopi) existen tres procesos en curso, a solicitud de Industrias Espino (Grupo Palmas), por prácticas de subsidio y dumping.

En el caso del primero, el ente determinó que el biodiésel argentino llega hasta nuestro país con precios subsidiados por el gobierno de este país en claro perjuicio de la industria nacional, ante lo cual se fijó un arancel definitivo de hasta US$ 208.2 por tonelada métrica sobre el combustible importado.

“Ya se está pagando (el arancel impuesto) y lo realizan los importadores (Petroperú y Repsol) en la Aduana como un derecho compensatorio”, refirió. La medida ha sido apelada y mientras se resuelva, continúa surtiendo efecto. El segundo proceso en curso y que debería ser resuelto entre junio y julio próximo, es por prácticas dumping.

“Buscamos establecer un derecho antidumping para que, cuando las refinerías compren biodiésel argentino, paguen en Aduanas entre US$ 200 a US$ 250 por tonelada métrica (de biodiésel importado) cual lo cual se encarece el producto, se neutraliza la competencia desleal y se incentiva a la industria nacional”, indicó el abogado.

Sobre este caso, Calmet explicó que ya hay un precedente en la UE donde se impusieron derechos antidumping de aproximadamente EUR 300 al biodiésel argentino, por lo que “hay posibilidad que el Indecopi falle a nuestro favor”.

Y el tercer proceso en curso es la ampliación por cinco años más de las medidas antidumping impuestas el biodiésel procedente de Estados Unidos, que deberá resolverse en setiembre de este año. “Estamos seguros que el Indecopi fallará a favor en cada uno de los procesos en curso”, remarcó.