Las exportaciones chinas se derrumban más de un 25% en febrero
Las exportaciones del gigante asiático totalizaron en febrero US$ 126,100 millones, en baja de 25.4% respecto al mismo mes de 2015, según datos divulgados por los servicios aduaneros chinos.
Por: Redacción Gestion.pe
Pekín (AFP).- Las exportaciones chinas sufrieron en febrero su peor derrumbe en siete años pese a la debilidad del yuan, según datos divulgados el martes, que aumentan la presión para que el país reoriente el eje de su crecimiento hacia el mercado interno.
Los datos, peores que los previstos por los analistas, incrementan además los temores de un “aterrizaje forzoso” de la segunda economía mundial, pocos días después de que el gobierno recortara sus expectativas de crecimiento para este año y prometiera reformas para dinamizar la actividad.
Las exportaciones del gigante asiático totalizaron en febrero US$ 126,100 millones, en baja de 25.4% respecto al mismo mes de 2015, según datos divulgados por los servicios aduaneros chinos.
Se trata de la facturación mensual más baja desde abril de 2009, en pleno marasmo de la crisis económica y financiera global.
Los expertos consultados por la agencia Bloomberg News apostaban por una caída de las exportaciones mucho menor, de 14.5%.
China es el principal exportador de bienes del planeta, pero sus firmas se han visto golpeadas por la debilidad de sus principales mercados en un marco de escaso dinamismo económico mundial.
Como resultado de ese proceso, su propia economía se ralentizó, afectando a grandes países exportadores de materias primas como Australia o Brasil.
Un proceso que se refleja en la caída de las importaciones chinas, que en febrero registraron su 16ª contracción mensual consecutiva, de 13.8%, totalizando 93,600 millones de dólares. Esa cifra también es peor que la contracción del 12% esperada por los operadores encuestados por Bloomberg.
De ese modo, China tuvo en febrero un excedente comercial de 32,600 millones de dólares, un retroceso de 46.2% respecto a febrero de 2014.
“Los excedentes con los principales socios del país han caído” en los dos primeros meses del año, señalaron las Aduanas chinas.
Las exportaciones de bienes que requieren mano de obra intensiva, tales como aparatos mecánicos y eléctricos, sufrieron caídas especialmente fuertes, precisa esa administración en un comunicado.
Las importaciones de mineral de hierro y de petróleo aumentaron en volumen, pero pesaron menos en la factura debido a la caída de los precios. Las compras de carbón y acero cayeron en cambio también en volumen.
“Los precios de las principales commodities importadas cayeron con fuerza”, apuntan las Aduanas.
Los datos del comercio y de otros sectores de la economía “sugieren que el dinamismo del crecimiento se siguió debilitando en enero-febrero”, afirmó Zhao Yang, un analista del grupo financiero japonés Nomura.
Más presiones en vista.
Las medidas de estímulo fiscal adoptadas por las autoridades “no pueden compensar íntegramente la caída del sector inmobiliario y de las inversiones industriales”, agregó.
Los mercados chinos acusaron el golpe de los nuevos datos, pero pronto se restablecieron. La Bolsa de Shanghái cerró incluso con ganancias de 0.14%, después de haber llegado a caer más de 2% durante la sesión. Hong Kong también cerró con un alza de 0.73%.
La nueva caída de las exportaciones (se trata de su octavo retroceso mensual consecutivo) se produce pese a dos devaluaciones del yuan, en agosto de 2015 y en enero de este año. Esas depreciaciones alimentaron sospechas, rechazadas por Pekín, de que se trata de medidas deliberadas para abaratar los productos chinos.
Las estadísticas aumentarán la presión por nuevas medidas de estímulo fiscal y monetario y “abogarán contra los deseos de mantener la estabilidad de yuan”, afirmó Michael Every, jefe de investigaciones de Rabobank Group, de Hong Kong.
El primer ministro Li Keqiang anunció el sábado que China se ha fijado por objetivo en 2016 un crecimiento económico de “entre 6.5 y 7%”, después de haber crecido un 6.9% en 2015, su resultado más bajo en un cuarto de siglo.
El gobierno del país gobernado por el Partido Comunista atribuye la desaceleración a una voluntad de orientar su modelo de crecimiento hacia el desarrollo de consumo interno, los servicios y las nuevas tecnologías, en detrimento de la inversión y de las exportaciones que lo sustentaron hasta ahora.