Estos son los ‘platos rotos’ que paga el Perú por tener una educación superior de baja calidad
ComexPerú indicó que existen estudios donde se concluye que PBI del Perú deja de crecer en dos puntos porcentuales adicionales cada año por contar con una educación de baja calidad.
Por: Redacción Gestion.pe
El Perú es un país cuya economía ha progresado más que su educación, lo que ha desencadenado en un panorama insostenible y es una brecha entre la oferta y demanda laboral, donde el subempleo afecta a un 47.3% de la población económicamente activa (PEA) ocupada, es decir, a más de seis millones de peruanos, señaló la Sociedad de Comercio Exterior del Perú (ComexPerú).
“La subutilización de competencias también revela esta brecha, dado que, según el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE), esta llega a un 42% para profesionales con educación universitaria completa y a un 58.6% para profesionales con educación superior no universitaria”, añadió.
Indico que el crecimiento del Perú no ha estado liderado por una mejora del capital humano, lo que nos pasa la factura en términos de mejora de la competitividad.
[ Lea también Perú asciende dos puestos en Informe Global de Competitividad del Foro Económico Mundial ]
En ese sentido, dio como ejemplo un estudio realizado por Eric Hanushek, economista especializado en educación de la Universidad de Stanford, y que reveló que el Producto Bruto Interno (PBI) peruano dejar de crecer dos puntos porcentuales adicionales cada año por contar con una educación de baja calidad.
“Por eso, debemos prestar especial atención al mercado laboral, pues si seguimos formando profesionales que no se requieren, estos terminarán en el subempleo o desempleados”, dijo el gremio.
Otro ejemplo que brindó que en 2015, la concentración de estudios universitarios se dio en las carreras de Administración de Empresas (11%), Contabilidad y Finanzas (10%) y Derecho (10%), mientras que las carreras relacionadas a las disciplinas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés) tuvieron menor demanda, a pesar de ser las más requeridas por los empleadores, según un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Por su parte, según un informe del Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa (Sineace), tan solo un 14.9% de las personas que estudiaron una carrera técnica en el país laboran en su área, lo que revela esta falta de sincronía entre el mercado de trabajo y la formación educativa.
“El panorama no es muy positivo, pues según la Encuesta de Escasez de Talento 2015, elaborada por ManpowerGroup, somos una de las tres economías a nivel mundial, junto a Japón y Hong Kong, con mayor dificultad para cubrir sus vacantes”, advirtió ComexPerú.
En efecto, según esa encuesta, el 68% de los empleadores a nivel nacional enfrentaron dificultades para cubrir sus puestos, mientras que a nivel mundial dicha cifra asciende al 38%.
“Tal contexto es preocupante, ya que muestra una tendencia creciente al incrementarse en 58 puntos porcentuales desde 2011”, anotó.
Para Comex, se deben buscar soluciones que apunten hacia una fuerza laboral más capacitada y en sintonía con el sector productivo, ya que el Perú enfrenta un gran déficit de profesionales, sobre todo de técnicos, panorama que no ha mejorado sustancialmente en los últimos años.
“Esto se debe, en parte, a que en nuestro país la educación técnica es infravalorada, lo que contrasta notablemente con las economías asiáticas, donde el crecimiento de la productividad ha sido elevado en las últimas décadas”, subrayó.
Por ejemplo, en 2015, tan solo un 13.8% de nuestra PEA ocupada poseía una formación superior no universitaria, mientras que en economías como Singapur dicha cifra alcanza un 22.9%.
Otra tendencia preocupante es que la proporción de técnicos ocupados ha ido cayendo desde 2012 a nivel nacional, a pesar de que hay más egresados en este nivel.
“Hagamos de nuestro sistema educativo una fortaleza y no una debilidad porque, sin duda, una educación de mayor calidad y mejor articulada a la demanda laboral es la clave para seguir reduciendo la pobreza y así mejorar la competitividad y la calidad de vida de más peruanos”, finalizó.