España necesita más años para poner su déficit público en regla

El ministro español de Economía, Luis de Guindos, presentó estas previsiones en la comisión económica del congreso de los Diputados. Antes de finales de mes, las enviará a la Comisión Europea.

Luis de Guindos, ministro español de Economía. (Foto: Reuters)

Por: Redacción Gestion.pe

Madrid (AFP).- España admitió que no podrá reducir su déficit público bajo el 3% del PBI exigido en la Unión Europa antes del 2017, al presentar este martes previsiones económicas consideradas demasiado optimistas por la oposición.

El ministro de Economía, Luis de Guindos, presentó estas previsiones en la comisión económica del congreso de los Diputados. Antes de finales de mes, las enviará a la Comisión Europea.

España incumplió sus compromisos con Bruselas durante ocho años consecutivos.

De Guindos revisó al alza la previsión del déficit público para 2016 del 2.8% al 3.6% del PBI, después que el ejecutivo conservador saliente de Mariano Rajoy se hubiese comprometido a llevarlo este año bajo el limite de 3% fijado por las reglas europeas.

El desajuste presupuestario registrado en el 2015, con un déficit del 5%, entre los peores resultados de la Eurozona, convirtió ese objetivo en irrealizable.

España debería recortar más de 20,000 millones de euros (US$ 23,000 millones) en un año para lograrlo, según el cálculo de los economistas, y “semejante esfuerzo podría tener un efecto muy negativo par nuestro crecimiento”, justificó el ministro.

Durante la crisis económica, España realizó recortes de gasto draconianos y aumentó la fiscalidad para ahorrar 150,000 millones de euros en tres años. Se trataba de reducir el déficit e intentar atajar, en vano, la disparada de la deuda pública desde el 2008.

De Guindos ya había rebajado el sábado las previsiones de crecimiento de la economía española, de 3% a 2.7% en el 2016 y de 2.9% a 2.4% en el 2017 debido al “deterioro del entorno internacional”.

Según las nuevas previsiones, la deuda pública se mantendrá a un nivel elevado, 99.1% del PBI en el 2016 y 99% en el 2017, después del 99.2% registrado en el 2015.

Por su parte, el desempleo debería pasar apenas bajo la barrera del 20% este año y del 18% el próximo, frente a menos de 9% en el 2007, antes del estallido de la burbuja inmobiliaria que hundió la cuarta economía de la Eurozona durante casi seis años.

Estas proyecciones son “realistas y se basan en hipótesis conservadoras, en línea con los principales organismos internacionales”, aseguró De Guindos.

‘Frenazo’.
Sin embargo, fueron recibidas con un alud de críticas por la oposición.

El diputado socialista Pedro Saura acusó al ministro de mentir a los españoles y recordó que el gobierno de Rajoy no había dudado en reducir los impuestos antes de las elecciones legislativas de diciembre, en que su Partido Popular llegó en primer lugar pero sin mayoría absoluta.

“Vamos a crecer un 15% menos que el año pasado pero vamos a reducir un 87% más nuestro déficit. Eso no nos puede regenerar ningún tipo de confianza ni credibilidad”, ironizó por su parte el diputado catalán Ferran Bel i Accensi.

El anuncio llega en un momento en que el margen de maniobra del gobierno conservador es limitado, cuatro meses después de las legislativas del 20 de diciembre que no desembocaron en la formación de un nuevo gabinete debido a la fragmentación del parlamento entre fuerzas que no logran ponerse de acuerdo.

La perspectiva de nuevas elecciones a finales de junio parece cada vez más posible.

España ya se había comprometido a reducir el gasto de su administración central en 2,000 millones de euros y previó imponer la política de austeridad a los gobiernos de las 17 regiones, lo que suscitó el malestar de estos últimos.

Ese anuncio fue recibido con prudencia por Álvaro Sanmartín, economista de la firma de asesores Grant Thorton. En su opinión este gesto estaba destinado a tranquilar a Bruselas tras el incumplimiento del objetivo de déficit en 2015 y a obtener más tiempo para pasar bajo el 3%.

Pero, habrá que tomar otras medidas y, por el momento, “la capacidad del gobierno de negociar es pequeña” al estar en funciones.

Le corresponderá al próximo ejecutivo reducir el importante déficit público sin dañar el crecimiento.

El Banco Central Europeo (BCE) se mostró preocupado este martes porque “los progresos necesarios en términos de consolidación fiscal haya sufrido un frenazo” en España en el 2015.