El-Erian: Al fondo del informe laboral de Estados Unidos
El informe de empleo proporciona una amplia visión sobre el estado del mercado laboral de Estados Unidos, las consecuencias para el consumo y las implicancias para la política.
Por: Redacción Gestion.pe
Bloomberg.- El informe de empleo de Estados Unidos de septiembre, que se publicará el viernes, se verá afectado por el paso del huracán Irma y, en consecuencia, es poco probable que los datos arrojen una luz decisiva sobre la evolución de la economía subyacente.
Además, debido a que se espera que el impacto de la tormenta sea temporal y reversible, el informe tendría si es que tiene alguna limitadas implicaciones políticas, incluida la posibilidad de un alza de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal en diciembre.
Sin embargo, esta puede ser una buena oportunidad para detenernos y hacernos preguntas más fundamentales sobre uno de los informes económicos más seguidos, sobre todo porque los comentarios habituales tienden a centrarse solo en dos cifras generales.
El informe de empleo proporciona una amplia visión sobre el estado del mercado laboral de Estados Unidos, las consecuencias para el consumo (el mayor componente del producto interior bruto, con efectos nacionales e internacionales) y las implicancias para la política (tanto lo que es probable que ocurra como lo que debería suceder).
Es comprensible que se preste mucha atención al ritmo de creación de empleo y a la tasa de desempleo, con efectos indirectos sobre los salarios y el flujo de personas que buscan trabajo dentro y fuera del mercado laboral.
Más recientemente, sin embargo, ha habido una ruptura en estas relaciones. Ni la tasa de crecimiento de los salarios ni la tasa de participación laboral han respondido bien a la trayectoria histórica de una elevada creación de empleos y al descenso de la tasa de desempleo a niveles que se ubican dentro de los más bajos que se hayan registrado.
Además, los salarios, en particular, han evolucionado hasta convertirse en un indicador de un fenómeno económico más amplio que se conecta directamente con el notable nivel de descontento social y alimenta la polarización política y la erosión de la confianza en las instituciones y la opinión de los expertos.
Desde la recesión, los salarios han aumentado a un ritmo bastante débil, muy por debajo de lo previsto por las estimaciones históricas de la curva de Phillips, que monitorea la relación entre el desempleo y el crecimiento de los salarios.
En consecuencia, los acontecimientos más alentadores del informe de empleo no han reducido sustancialmente el alto grado de inseguridad económica que conlleva el empleo mal remunerado e inseguro, tanto real como percibido.
Y, en el contexto de la preocupación por la desigualdad de ingresos, riqueza y oportunidades, este fenómeno contribuye a divisiones sociales que alimentan la polarización política y erosionan la confianza en el sistema y los encargados de dirigirlo (políticos, burócratas y tecnócratas).
Muchas razones se han presentado para explicar la inseguridad económica y, aunque ninguna domina por completo, la mayoría aporta ideas útiles. Estas razones van por ejemplo desde el trauma que ha quedado de la crisis financiera global que provocó no solo una recesión, sino que también la amenaza real de una depresión de varios años, hasta el impacto de otros factores estructurales y persistentes como la innovación tecnológica, la globalización y la menor influencia de los sindicatos.
También son relevantes los errores en las políticas, incluida la excesiva dependencia de la política monetaria y los retrasos en la adopción de reformas que reactiven los verdaderos motores de un crecimiento alto e inclusivo.
La esperanza es que, en los próximos meses, los informes de empleo muestren que el crecimiento de los salarios está repuntando a medida que se reduce aún más la inactividad en el mercado laboral.
Esto podría verse amplificado por el avance de medidas favorables al crecimiento como la reforma tributaria, la infraestructura, la reconversión y renovación laboral, la mejor adquisición de habilidades, la reforma educativa y otras medidas similares.
Además, podría animar a los trabajadores más desalentados a reincorporarse a la fuerza de trabajo, proporcionando un impulso adicional no solo al crecimiento real, sino que también al crecimiento potencial. Es probable que una mejor formulación de políticas económicas por parte del Congreso termine siendo clave para convertir estas esperanzas en realidad.