Editorial: Cable a tierra
Actualmente, la posibilidad de que la empresa estatal Petroperú pueda explorar y explotar está alejada de la realidad.
Por: Redacción Gestion.pe
HIDROCARBUROS. Si bien Petroperú es la empresa de mayor facturación en el país no es la más eficiente, y a pesar de los intentos que se han dado en los últimos años por hacer cambios que mejoren su desempeño eso ha sido en vano. Justamente por ello, el reciente pedido de facultades legislativas del Ejecutivo incluye la reestructuración de la compañía, con la finalidad de garantizar la efi ciencia y optimización del personal, la transparencia en la toma de decisiones y facilitar las contrataciones.
Los problemas que la aquejan son diversos, desde una estructura organizativa que no está acorde con las tendencias actuales que siguen las empresas de hidrocarburos a nivel mundial hasta graves problemas operativos como los continuos derrames de petróleo.
El último de ellos muestra que, además del propio derrame, existe una incapacidad para resolver los inconvenientes en el momento oportuno. Si bien se trata de una problemática que tiene más de dos años, es claro que el mantenimiento, si es que lo hubo, está muy lejos de ser el correcto y, más allá de atentados puntuales, el hecho concreto es que no se supo tomar las precauciones necesarias.
Durante el Gobierno de Ollanta Humala hubo más de un intento de reflotar Petroperú y de lograr que la empresa pueda encargarse tanto de la explotación como de la exploración petrolera. Sin embargo, dado los recursos que genera la fi rma y la situación fi scal del Gobierno, representa toda una aventura. En una aventura también se ha convertido el proyecto de modernización de la refinería de Talara, pues se trata de una iniciativa donde no se tienen claras las cifras de inversión, y aun así Petroperú habla de avances de 45% en la construcción de la nueva refi nería sin que quede claro al país a que se refiere.
Si la decisión política es culminar la refinería de Talara, lo mejor sería centrarse solo en el proyecto de modernización y dejar de lado la idea de explotar el lote 64 de la mano de GeoPark y también el lote 192 que hoy opera Pacific Rubiales. Actualmente, la posibilidad de que la empresa estatal pueda explorar y explotar está alejada de la realidad.