¿Cuál ha sido el impacto de los programas sociales en la reducción de la pobreza?
Para Carolina Trivelli el impacto de los programas sociales está asociado a la calidad y disponibilidad de servicios de acceso universal.
Por: Mía Ríos
Según la Encuesta Nacional de Hogares, entre el año 2003 y 2013 el 85% de la reducción de la pobreza en el Perú se debe principalmente al incremento del ingreso per cápita.
Juan Mendoza, profesor de la Universidad del Pacífico, señala que hay dos formas de reducir la pobreza: i) por mayores ingresos y ii) porque la distribución de la riqueza se hace más equitativa y por tanto se reduce la desigualdad.
“La caída de la desigualdad no se debe exclusivamente al impacto de los programas sociales. Necesitamos políticas macroeconómicas orientadas a tener mayores tasas de crecimiento”, refirió.
En ese sentido, dijo que la mejor estrategia para reducir la pobreza no es crear programas sociales, sino contar con estrategias específicas de tal forma que las “ayudas sociales” del Estado se complementen a las políticas macroeconómicas.
“Los programas sociales pueden ser complementarios pero no el foco de atención de una política para reducir la pobreza”, insistió Mendoza.
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Sin embargo, para Carolina Trivelli, exministra de Inclusión Social, los programas sociales sí han tenido un impacto en la reducción de la pobreza ya que si se quitan las transferencias de Juntos la tasa de pobreza en zonas rurales aumenta.
“Hay programas sociales que sirven para resolver necesidades inmediatas de la población en extrema pobreza y otros programas que están diseñados a ayudar a los pobres a salir adelante por sí solos, dotándoles de capacidades”, mencionó.
Bajo esa diferenciación, Trivelli explica que la política social peruana busca una combinación de estos dos tipos de programas sociales. “No es uno o otro. No se puede hacer un desarrollo de capacidades si la familia no tiene con qué comer”, precisó.
Si el impacto que se quiere es que se supere la condición de pobreza sin ayuda del Estado – sostiene – para ello debe haber otro indicador de ingreso autónomo; que si bien en los últimos años se ha incrementado, aún no es suficiente.
“Para esto necesitase una provisión de servicios públicos y de infraestructura mucho más completa y de mejor calidad a la que ahora se tiene”, añade la extitular del Midis.
En su opinión, los programas sociales ayudan a las personas en situación de pobreza a utilizar los recursos del Estado. Por lo que él “impacto” está asociado a la calidad y a la disponibilidad de los servicios de acceso universal.
En tanto, para Mendoza los esfuerzos deben enfocarse a aumentar la tasa de crecimiento. ¿Cómo conseguirlo? Mejorando el mercado laboral y mejorando la calidad de la inversión pública.
“La calidad de la inversión pública deja mucho que desear; y la ausencia del Estado afecta más a los pobres que a los ricos”, puntualizó.