Cinco mitos sobre el reciclaje

FOTOGALERÍA. A veces, los mitos en torno al reciclaje se generan por desinformación. Sus autores desconocen los procedimientos, las técnicas, los objetivos y los beneficios reales del mismo y van por ahí asegurando cosas que no son ciertas. Pero… ¿de qué cosas estamos hablando? Aquí te dejamos los cinco mitos más comunes sobre el reciclaje, según Oxfam Intermón.

El reciclaje incide de manera negativa en nuestra economía. Muchas personas se niegan a reciclar porque creen que este ejercicio no incide directamente en su economía. Si te fijas, reciclando no sólo evitas adquirir nuevos productos, lo cual te ayuda a generar un ahorro, además contribuyes a crear puestos de trabajo. Según Ecoembes, la organización que coordina el Sistema de Gestión de Residuos, en España el proceso de transporte y clasificación de los residuos genera cerca de 42.600 empleos, 10.000 de ellos de forma directa.
Los únicos beneficiarios son los dueños de las plantas de reciclaje. Otros consideran que el reciclaje es un negocio redondo para todas aquellas personas que administran las diferentes plantas de tratamiento. Sin embargo, en realidad es un trabajo como cualquier otro. Todos ganamos.
El transporte de material reciclado causa más contaminación. Tampoco es cierto que el transporte de los productos y materiales reciclados sea siempre mayor que el de los productos convencionales. La contaminación es la misma en ambos casos. De hecho, según aseguran algunos Ayuntamientos y la organización Ecoembes, a veces los materiales reciclados se transportan sólo cuando alcanzan un determinado volumen, con lo cual se realiza un número inferior de viajes y, por ende, la contaminación es menor.
La calidad de los productos reciclados es peor. A los productos y materiales reciclados se les suele mirar de reojo o con cierto reparo. ¿Por qué? Porque se cree, erróneamente, que al ser reutilizados tienen una calidad inferior a la de los productos nuevos. ¡Falso! Materiales como el vidrio, el aluminio y muchos plásticos soportan varios ciclos de uso sin que esto suponga una disminución de su calidad. Además, recuerda que una de las reglas esenciales del reciclaje es dar una segunda (o incluso una tercera) oportunidad, pero sólo a aquellos productos o materiales que lo merecen. Si definitivamente no lo merecen, ¿para qué reciclarlos?
Los materiales reciclados se juntan en las plantas de tratamiento. ¿Para qué reciclar si, al fin y al cabo, en las plantas de tratamiento los productos se juntan como en un vertedero convencional? Esta es la pregunta que se hacen algunas personas que aún desconfían de los métodos del reciclaje. Pues bien, a todos ellos debemos decirles que, aunque algunos productos llegan a las plantas con ciertas impurezas, son separados y limpiados con técnicas manuales o automáticas antes de su tratamiento.

Por: Redacción Gestion.pe