Los cambios al sistema de AFP que evalúa el gobierno de Chile

Elevar la tasa de cotización, terminar con la comisión de intermediación y reducir de cinco a tres los multifondos son parte de las propuestas para reformar el régimen previsional que evaluará un comité ministerial.

Por: Redacción Gestion.pe

El gobierno de la presidenta Michelle Bachelet avanza sigilosamente en algunas iniciativas de su próximo proyecto emblemático: una nueva fase de cambios al sistema de pensiones, la cual tendrá como base el informe final de la denominada “Comisión Bravo” con 58 propuestas para reformar el régimen previsional chileno.

Según un informe del diario La Tercera de Chile, Bachelet anunció la creación de un comité de ministros que estudiaría la viabilidad de dichas recomendaciones y probablemente en diciembre tenga su primera reunión.

“Vamos a estudiar de acuerdo a la realidad y a la situación económica del país las posibilidades y medidas más urgentes. Vamos a hacer una propuesta en virtud de eso”, aseguró la subsecretaria de Previsión Social, Julia Urquieta.

Fuentes de gobierno hablan de un proyecto misceláneo para modificar el sistema de pensiones, que podría ingresar al Congreso el primer semestre de 2016. Con esta iniciativa, se profundizaría la reforma previsional de 2008, proyecto emblemático de la primera administración Bachelet.

Una de las propuestas que corre con ventaja, según el diario chileno, por su alto impacto en la pensión final es aumentar gradualmente la tasa de cotización obligatoria, desde el actual 10% (más comisión) a 14%, con cargo del empleador.

Otra medida transversalmente calificada como potente es subir la edad de jubilación de las mujeres desde el límite actual de 60 años hasta un nuevo umbral de 65 años. Sin embargo, una acción de este tipo genera discrepancias al interior del oficialismo chileno, donde algunos sectores plantean que podría tener altos costos en un año electoral.

Aumentar la tasa de cotización
Una de las principales propuestas es aumentar la tasa de cotización previsional obligatoria, añadiendo un 4%, pero con cargo del empleador. El aumento se sumaría a la cotización de 10% (más comisión) que hoy aportan obligatoriamente los trabajadores dependientes.

Dado que la Comisión Bravo constató “evidencia” de que esta medida “provoca efectos en el empleo y en los salarios”, en la cartera estarían considerando la recomendación de aplicar un alza gradual, en un período de al menos cuatro años.

“Un aumento de uno, dos, tres y cuatro puntos porcentuales en la tasa de cotización incrementaría las pensiones autofinanciadas en el largo plazo en 10%, 20%, 30% y 40%, respectivamente”, dijo la comisión Bravo.

Tabla única
Al igual que en el Perú, en Chile también se discute una nueva tabla de mortalidad diferenciada por sexo. Este mes, las superintendencias de Valores y Seguros (SVS) y de Pensiones emitieron una normativa conjunta con los parámetros que comenzarán a regir en las tablas de mortalidad desde el 1 de julio de 2016.

Estas proyectan que las mujeres afiliadas al sistema de pensiones que hoy tienen 60 años (edad legal de retiro) vivirán, en promedio, hasta los 90.3 años: un año y dos meses más respecto de las tablas vigentes. Esto implica que las pensiones por retiro programado bajarán en promedio 2.2% respecto de las calculadas con las tablas vigentes, ya que el mismo monto debe cubrir una mayor longevidad.

Por eso, otra de las propuestas que analiza el gobierno chileno es eliminar estas tablas diferenciadas por sexo y reemplazarlas por tablas unisex, con un cálculo uniforme del riesgo de longevidad.

Reducir los fondos
Otra de las materias bajo análisis es reducir de cinco a tres los multifondos. El sistema actual de ahorro para la pensión futura en Chile se basa en cinco fondos de pensiones: A, B, C, D y E, donde el primero es el más riesgoso, con alta exposición en inversiones variables, y el último es el más conservador, centrado en renta fija.

Los técnicos de la comisión estimaron que esto podría aumentar el volumen de ahorros acumulados al final de la vida activa, ya que se reducirían las eventuales situaciones de pérdida crítica de patrimonio debido a una crisis bursátil, especialmente en los trabajadores de mayor edad.

Fin del retiro programado y licitaciones
Otra de las propuestas es poner fin a la modalidad de pensión basada en el retiro programado. Según técnicos chilenos, esta modalidad alternativa a la renta vitalicia se traduce en jubilaciones decrecientes en el tiempo y traspasa el riesgo de longevidad al pensionado. Sin embargo, integrantes de la comisión consideran que sería una medida compleja de concretar en el corto plazo.

También estudiarían incorporar a la licitación de cartera (hoy limitada a los nuevos cotizantes) una fracción de los antiguos afiliados. Esto elevaría los incentivos para participar, facilitando la alternancia de la AFP más barata, haciendo el proceso más competitivo y propiciando una caída en el promedio de las comisiones cobradas a los afiliados.

Fin de la comisión de intermediación
En los planes de Chile también está poner fin a la comisión de intermediación, ya que algunos estudios determinaron que “estas comisiones se pueden interpretar como un subsidio directo desde los cotizantes a las utilidades de las AFP, ya que éstas las descuentan directamente de los fondos de pensiones y no como un costo asociado íntegramente a su proceso de negocios”.

Además de la comisión por la administración de las cotizaciones previsionales, las AFP cobran una comisión por las inversiones realizadas en el extranjero o en fondos mutuos.

*Ampliar el Pilar Solidario *
Ampliar la cobertura del Pilar Solidario desde el actual 60% de la población más pobre a 80% es uno de los compromisos del programa de gobierno de Bachelet. La Comisión Bravo estimó que si se elevara en 20% el monto de la pensión básica solidaria (PBS) y de la Pensión Máxima con Aportes Solidarios (APS), el costo del sistema de pensiones solidarias que financia pasaría desde el actual 0.9% del PBI a 1.2% del PBI de Chile. .