BlackRock: Regresa la divergencia del Banco Central
En vista de que el dólar se halla en vías de revalorización y las expectativas de inflación permanecen moribundas, hay una demanda considerablemente menor de cobertura contra la inflación, señala BlackRock.
Por: Redacción Gestion.pe
Ahora que ha resurgido la posibilidad de un alza en diciembre de las tasas de interés en los EE.UU., subió la rentabilidad de los bonos la semana pasada (mientras que el precio cayó) y los inversionistas siguieron favoreciendo a las acciones, a pesar de que ya estaban altas las valoraciones.
El rendimiento de las letras del Tesoro a 10 años subió de un 2,09% a un 2,15% y también avanzaron los rendimientos a dos años. Mientras tanto, las acciones registraron un alza moderada.
El índice Dow Jones Industrial Average remontó un 0.09% y cerró la semana en 17.663, el índice S&P 500 subió un 0.19% y cerró en 2.079 y el índice Nasdaq Composite, compuesto mayoritariamente por compañías tecnológicas, avanzó un 0.44% y tuvo un cierre de 5.053.
Aunque las tasas de interés no presentaron muchos cambios en lo que va del año y es probable que permanezcan dentro de los márgenes, las perspectivas renovadas de tasas más altas en los EE. UU. y la tendencia opuesta en otras partes del mundo están provocando nuevamente el alza del dólar.
Sin embargo, un dólar fuerte continuo podría representar vientos contrarios para la inflación estadounidense, para los metales preciosos y para las ganancias de las compañías en los EE. UU.
Reacción ante la Reserva Federal
La Reserva Federal emitió un comunicado la semana pasada en el que se reconocen las preocupaciones continuas acerca de los acontecimientos internacionales, pero también dejó abierta la puerta para un aumento de tasas en diciembre. La decisión del Banco Central de los EE. UU. de seguir por ese camino dependerá de los datos de las próximas semanas.
Aún así, los inversionistas se mostraron un tanto sorprendidos por el tono de la Reserva Federal. Las probabilidades de un alza en diciembre aumentaron de un 35% a un 50%, subieron los rendimientos a dos años y avanzó el dólar.
Para ser claros, la reciente recuperación del dólar está siendo impulsada tanto por los eventos en Fráncfort y Estocolmo como por la Reserva Federal.
Casi todos los demás bancos centrales están avanzando en dirección opuesta a la de la Reserva Federal. El ejemplo más reciente fue el del Banco de Suecia, que amplió su programa de compra de bonos por cuarta vez desde febrero.
Aunque los rendimientos a dos años de los EE. UU. son muy bajos, con un porcentaje menor del 1%, estos lucen atractivos en comparación con los de Europa; los rendimientos a dos años arrojan resultados negativos en Francia, Alemania, los Países Bajos y Suiza.
Debido a la divergencia renovada en las tasas de interés internacionales, no debería ser una sorpresa que el dólar se esté recuperando una vez más, registrando un alza de dos meses la semana pasada antes de retroceder en algunas ganancias el viernes.
En vista de que el dólar se halla en vías de revalorización y las expectativas de inflación permanecen moribundas, hay una demanda considerablemente menor de cobertura contra la inflación; por ejemplo del oro y la plata que registraron una caída la semana pasada.
Impulso que aumenta las acciones
En cambio, los inversionistas están volviendo a las acciones y, por ahora, están pasando por alto el hecho de que un dólar más fuerte podría ejercer una presión descendente en las ganancias de los EE. UU.
La semana pasada, las acciones estadounidenses avanzaron por los inversionistas que se sintieron motivados ante las cifras sólidas de Apple, así como ante las ganancias que superaron en general las previsiones de varias compañías farmacéuticas.
Las acciones también se vieron favorecidas con la eliminación del riesgo de cola, debido a que el Congreso votó a favor de ampliar la potestad de los EE. UU. para obtener préstamos hasta marzo del 2017 y porque aprobó un acuerdo de gastos de dos años; medidas que a su vez, evitan tanto un incumplimiento técnico como un cierre del Gobierno.
Pero con creces el mayor impulsor de los mercados ha sido la expansión múltiple. Ahora que los bancos centrales están poniendo aún más a prueba los límites de las políticas monetarias, los inversionistas reaccionan una vez más, como si se hubieran puesto de acuerdo, comprando activos de riesgo. Este proceso está más avanzado en los Estados Unidos.
La relación pasada entre cotización y ganancia (C/G) en el S&P 500 subió a 18.5, ligeramente por debajo del pico alcanzado en el verano. Las valoraciones ahora subieron alrededor de un 12% con respecto a las bajas de agosto, lo que representa toda la recuperación del mercado.
De cara al 2016, un dólar más fuerte y la llegada de un ciclo de ajustes, incluso uno moderado, impedirán el crecimiento de las ganancias y una mayor expansión múltiple. Por el contrario, es probable que las medidas de otros bancos centrales sigan impulsando las valoraciones del mercado.
Un claro ejemplo de esta situación es el de Japón. Aunque el Banco de Japón rechazó aumentar su programa de flexibilización cuantitativa (QE) de 80 billones de yenes, redujo los pronósticos de inflación y crecimiento. Esto aumenta la posibilidad de que haya una mayor flexibilización cuantitativa a corto plazo.
Dicho estímulo adicional, probablemente, le proporcionaría otro impulso positivo al mercado bursátil japonés, que está teniendo un rendimiento que supera cómodamente al de los EE. UU. en lo que va del año. Ese es un motivo clave por el cual seguimos favoreciendo las acciones japonesas.
Por Russ Koesterich
Estratega Principal de Inversiones Globales para iShares de BlackRock