Banco Mundial reduce de 2.9% a 2.4% pronóstico de crecimiento mundial para el 2016
La entidad también estimó que América Latina registrará una contracción de 1.3% este año tras una caída de 0.7% en el 2015, la primera vez en más de 30 años que se registra una recesión en dos años consecutivos.
Por: Redacción Gestion.pe
El Banco Mundial está reduciendo a 2.4% su pronóstico del crecimiento mundial en el 2016, respecto de las proyecciones del 2.9% de enero. Esta medida es consecuencia del lento crecimiento de las economías avanzadas, los precios persistentemente bajos de los productos básicos, el flojo comercio mundial y la disminución de los flujos de capital.
Según la actualización más reciente del informe Perspectivas económicas mundiales del Banco Mundial, los mercados emergentes y las economías en desarrollo exportadores de productos básicos han tenido dificultades para adaptarse a la disminución de los precios del petróleo y otros productos básicos clave, y esto representa la mitad de la revisión a la baja.
Las proyecciones indican que estas economías crecerán escasamente, a un ritmo del 0.4% este año, lo que representa una revisión a la baja de 1.2 puntos porcentuales respecto de las perspectivas de enero.
“Este crecimiento lento subraya las razones por las cuales es crucialmente importante que los países apliquen políticas orientadas a impulsar el crecimiento económico y mejorar el nivel de vida de las personas que subsisten en la pobreza extrema”, señaló Jim Yong Kim, presidente del Grupo Banco Mundial.
“El crecimiento económico sigue siendo el motor más importante de reducción de la pobreza, y por eso nos preocupa profundamente la marcada desaceleración del crecimiento en los países en desarrollo exportadores de productos básicos ocasionada por la caída de los precios de esos productos”, agregó.
Los mercados emergentes y las economías en desarrollo importadores de productos básicos se han adaptado mejor que los países exportadores, aunque los beneficios derivados de los precios más bajos de la energía y otros productos básicos no se han concretado rápidamente. Según las previsiones, estas economías se expandirán un 5.8% en 2016, lo que representa una pequeña baja respecto del 5.9% estimado para 2015, a medida que los bajos precios de la energía y la moderada recuperación de las economías avanzadas respalden la actividad económica.
Entre las economías de mercado emergentes, en China se pronostica un crecimiento del 6.7% en el 2016, tras el 6.9% que se registró el año pasado. Se prevé que la robusta expansión económica de India se mantendrá estable en el 7.6%, mientras que Brasil y Rusia seguirán en una recesión más profunda que la pronosticada en enero. Según los pronósticos, Sudáfrica crecerá un 0.6% en el 2016, es decir un 0.8 de punto porcentual más lento que el ritmo pronosticado en enero.
De acuerdo con el informe, el aumento significativo del crédito al sector privado —intensificado por un período de bajas tasas de interés y, más recientemente, el aumento de las necesidades de financiamiento— genera riesgos potenciales para varios mercados emergentes y economías en desarrollo.
“Mientras que las economías avanzadas tienen dificultades para cobrar impulso, en la mayoría de las economías de Asia meridional y oriental se está registrando un sólido crecimiento, al igual que en las economías emergentes importadoras de productos básicos de todo el planeta”, afirmó Kaushik Basu, primer vicepresidente y primer economista del Banco Mundial.
“No obstante, el rápido aumento de la deuda privada en varias economías emergentes y en desarrollo indica que es necesario actuar con cautela. Tras un período de rápido aumento del endeudamiento, no es inusual observar que los préstamos bancarios improductivos, como porcentaje de los préstamos brutos, se cuadruplican”, añadió.
En un contexto de atonía del crecimiento, la economía mundial enfrenta graves riesgos, entre ellos una desaceleración más profunda en los principales mercados emergentes, cambios pronunciados en la actitud de los mercados financieros, estancamiento en las economías avanzadas, un período de precios bajos de los productos básicos más prolongado que lo previsto, riesgos geopolíticos en diversas partes del planeta, y preocupación respecto de la eficacia de la política monetaria para impulsar un crecimiento más sólido.
En el informe se utiliza por primera vez un instrumento para cuantificar los riesgos relacionados con las perspectivas mundiales y se observa que actualmente se inclinan más hacia la que baja que en enero.
“Las flojas perspectivas de crecimiento en los mercados emergentes y las economías en desarrollo podría ralentizar o incluso invertir los avances que han realizado para llegar a los niveles de ingresos de las economías avanzadas”, señaló Ayhan Kose, director del Grupo de Perspectivas de Desarrollo Económico. “No obstante, algunas economías emergentes y en desarrollo importadoras de productos básicos han logrado registrar un crecimiento constante o más acelerado en el curso de los últimos tres años”.
América Latina y el Caribe.
Según los pronósticos, en la región se registrará una contracción del 1.3% en el 2016 tras una disminución del 0.7% en el 2015, la primera vez en más de 30 años que se registra una recesión en dos años consecutivos. Se prevé que comenzará a crecer nuevamente en el 2017, pues cobrará impulso en forma gradual hasta llegar a alrededor del 2% en el 2018.
Las perspectivas son diferentes en las diversas partes de la región: en Sudamérica se pronostica una contracción del 2.8 % este año, seguida de una leve recuperación en el 2017.
Por el contrario, el producto de la subregión de México y América Central, y del Caribe, respaldado por los vínculos con los Estados Unidos y las sólidas exportaciones, aumentaría un 2.7 % y un 2.6 %, respectivamente, en el 2016, y más aún en el 2017 y 2018.
El pronóstico para Brasil indica una contracción del 4% en el 2016 y se prevé que la recesión continuará en 2017, en un contexto en el que se intenta aplicar una política más restrictiva, aumenta el desempleo, disminuyen los ingresos reales y reina la incertidumbre política.