Balarezo Construcciones infló facturas de S/. 9 hasta S/. 751,000
José Verona, director del Grupo Verona, detalló las tres formas mediante las que Lelio Balarezo, ex vicepresidente de Confiep, cometió defraudación tributaria.
Por: Redacción Gestion.pe
Se trata de uno de los casos más escandalosos de defraudación tributaria. Balarezo Construcciones Generales S.A. cuyo presidente Lelio Balarezo fue segundo vicepresidente de la Confiep y presidente de Capeco infló facturas, falsificó otras y contrató a proveedores fantasmas para no pagar impuestos al Estado.
La empresa de construcción, desde 1995 a 1997, falsificó 176 facturas y demás documentos contables para no pagar alrededor de S/. 6 millones a la Sunat.
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Tras once años de iniciado un proceso judicial y veinte años desde que se cometió el delito, Lelio Balarezo fue sentenciado el pasado viernes a cinco años de prisión efectiva.
Casos de la defraudación
José Verona, director del Grupo Verona, detalló las tres formas mediante las que Balarezo Construcciones cometió el delito: modificación de facturas, clonación de facturas y contratación de proveedores falsos.
Por ejemplo, en el primer caso, la empresa comercial Alvarado, proveedora de Balarezo, emitió una factura de S/. 9 y Balarezo Construcciones la contabiliza por S/. 751,483.
Respecto a la segunda modalidad, se registra tres facturas de la empresa Artículos Sanitarios Armando Chong por montos mínimos que fueron inflados hasta por S/. 1.5 millones. Estas facturas, en realidad, nunca fueron emitidas a Balarezo Construcciones.
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“Clonan la factura en blanco, la consignan, la mandan a contabilidad, probablemente también van a al banco a bancarizarla, y probablemente aumentan los niveles de informalidad, porque ese dinero se va en negro”, afirmó el abogado tributarias.
En cuanto a la tercera modalidad, Sunat comprobó que existieron proveedoras que emitieron comprobantes por operaciones que nunca realizaron.
“Es un caso que va más allá de la evasión tributaria y la informalidad, es una defraudación tributaria. El caso data de 1997 y es grave porque desmotiva al formal que viene cumpliendo. Hay una señal que deben enviar los empresarios de que el formal cumple”, expresó.
El abogado Verona precisa que estos casos ya no podrían ocurrir en la actualidad, pues ahora las empresas ya están obligadas a trabajar con libros electrónicos, con lo cual las posibilidades de falsificación se reducen a casi 0.
Puedes revisar la sentencia de la Corte Suprema a Lelio Balarezo aquí